Representantes de tres instituciones de gobierno procedieron este martes a la destrucción de 11 toneladas de cigarrillos que ingresaron de forma ilegal al país, generando una evasión de impuestos que ronda los $2.3 millones.
La fiscalía general detalló que se trata de 40 mil paquetes del producto que fue interceptado cuando pretendía ser ingresado a El Salvador a través de pasos fronterizos con Honduras y Guatemala.
El ministro de Hacienda, Jerson Posada, informó que el producto fue detectado a través del trabajo coordinado de la Dirección de Aduanas, la Policía Nacional Civil, fiscalía general de la República y la Fuerza Armada.
Destacó que, además de evadir pago de impuestos, este tipo de productos no regulados también se convierten en un atentado contra la salud de los consumidores.
“Al eludir impuestos y controles de calidad, el contrabando impulsa el consumo de productos de menor calidad y más dañinos. Combatir este problema no solo es una cuestión de justicia económica, sino una necesidad urgente para proteger la salud de nuestra población”, dijo el funcionario.
Las autoridades hicieron un balance del denominado plan anticontrabando que impulsa el gobierno, asegurando que han procesado más de 160 casos, que suman $17.3 millones de producto que buscaba ingresas de forma ilegal al país.