El sacerdote Víctor Manuel de Jesús Campos Alvarenga, fue procesado por el delito de violación agravada en perjuicio de un menor de 15 años y hoy está a la espera de una sentencia que, según la fiscalía general de la República (FGR), podría ser de hasta 16 años de cárcel.
La FGR y la parte acusadora particular solicitaron a la jueza del Tribunal Segundo de Sentencia, de Sonsonate, hasta 16 años de cárcel para el acusado, pero el fallo será dado a conocer hasta el próximo 13 de septiembre, a las 10:00 de la mañana, se informó.
La vista pública contra el religioso terminó este viernes tras una serie de alegatos que duraron tres días. En su intervención final los fiscales del caso solicitaron la pena máxima por el delito de violación agravada.
Los abogados particulares consultados por los periodistas están seguros de que el fallo será una sentencia condenatoria, ya que se durante el juicio se presentaron “suficientes” y “abundantes” elementos indiciarios y pruebas fehacientes sobre los hechos como audios donde reconocen los hechos.
Según los alegatos presentados ante el tribunal, los hechos ocurrieron en 2012, cuando la víctima de 15 años acudía como feligrés a la parroquia donde estaba asignado el sacerdote.
Agrega que los contactos entre ambos iniciaron cuando el religioso escribía mensajes al teléfono personal de la menor cuando tenía 14 años, con la intención de generar confianza a través de “felicitaciones” por su desempeño en la comunidad religiosa, ya que asistía a la misma parroquia.
Los acusadores describieron que las “agresiones sexuales” sucedieron cuando la víctima ya tenía 15 años y “sufría de manipulación psicológica por parte del ahora procesado, con el fin de mantenerla cerca y que no contara nada de los abusos sufridos a ninguna persona”.
El sacerdote guarda prisión en el Centro Penitenciario La Esperanza, mejor conocido como “Mariona” y es el segundo religioso católico procesado en menos de un mes por delitos de violación.
En julio pasado, el Tribunal de Sentencia de Cojutepeque, departamento de Cuscatlán, condenó a 14 años de prisión a otro sacerdote, identificado como Jesús Orlando Erazo Gálvez, por el delito de violación en menor incapaz, al encontrarlo culpable del abuso sexual de una niña en la localidad de San Cristóbal, Cuscatlán.