El presidente Nicolás Maduro descartó el viernes negociar con la líder opositora María Corina Machado después de que esta compareciera ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, pidiendo al máximo órgano judicial del país que ratifique su disputada reelección.
Respondió así a la oferta de Machado de “garantías e incentivos” para una “transición negociada” del poder que le permitiría dejar el cargo, en una entrevista con la AFP mientras ella sigue impugnando la votación del 28 de julio.
La nación sudamericana ha estado en una crisis política desde que las autoridades electorales declararon a Maduro ganador de las elecciones del mes pasado, una decisión cuestionada tanto en el país como en el extranjero.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha publicado los resultados detallados de la votación, mientras que la oposición ha publicado copias del 84 por ciento de las papeletas emitidas, que muestran una victoria fácil para su candidato, Edmundo González Urrutia. El gobierno dice que esos resultados son falsos.
La Corte Suprema, considerada ampliamente alineada con Maduro, citó a todos los candidatos presidenciales, aunque González Urrutia se negó a asistir.
Maduro lo hizo el viernes, tras lo cual dirigió una advertencia a Machado.
“La única persona en este país que necesita negociar con Machado es el Fiscal General”, dijo Maduro tras su audiencia.
“Debería entregarse a los tribunales y responder por los crímenes que ha cometido” al impugnar el resultado electoral.
Actualmente se encuentra escondida por temores por su seguridad.
Las disputadas elecciones provocaron protestas que dejaron al menos 24 personas muertas, según grupos de derechos humanos, y más de 2.000 arrestados.
Se perdió ‘completamente’ la legitimidad
Machado pidió mayor apoyo de la comunidad internacional.
En declaraciones a la AFP vía notas de voz, afirmó que la oposición estaba “decidida a avanzar en una negociación”.
“Será un proceso de transición complejo, delicado, en el que vamos a unir a toda la nación”, dijo Machado, de 56 años, a quien se le impidió postularse contra Maduro.
Agregó que Maduro ha “perdido total y absolutamente la legitimidad” y que “todos los venezolanos y el mundo saben que Edmundo González ganó de manera aplastante”.
El legislador Diosdado Cabello, un poderoso aliado de Maduro, desestimó la oferta de Machado.
“Ella no está en condiciones de negociar nada”, dijo a los periodistas a su llegada al Tribunal Supremo, poco antes que Maduro.
“¿Ofrecer condiciones a quién? Aquí el CNE, que es el ente rector, dio un resultado: ganó Nicolás Maduro”.
Giulio Cellini, director del grupo de consultoría política LOG Consultancy, dijo que todo el proceso fue una “emboscada” a González Urrutia, quien también está escondido, ya que tanto el alto tribunal como la autoridad electoral están “controlados por Maduro”.
“Lo que diga el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela será ley de la república, será sentencia santa”, dijo ominosamente Maduro tras su audiencia.
Los gobiernos de izquierda de Brasil, Colombia y México destacaron el proceso de verificación realizado por el tribunal, pero pidieron que el CNE “divulgue con transparencia los resultados electorales”.
El CNE ratificó la victoria de Maduro, afirmando que obtuvo el 52 por ciento de los votos. Además de no publicar los resultados detallados, también afirmó haber sido víctima de hackeos.
Jennie Lincoln, jefa de la delegación del Centro Carter invitada a monitorear las elecciones venezolanas, dijo a la AFP que no tenían “ninguna evidencia” de un ciberataque.
Continuando con su ofensiva posterior a las elecciones, Maduro suspendió el jueves el acceso al sitio de redes sociales X mientras enfrentaba una constante presión internacional.
El presidente anunció que su gobierno bloquearía la plataforma de redes sociales anteriormente conocida como Twitter durante 10 días, al tiempo que acusó al propietario del sitio, Elon Musk, de “incitar al odio y al fascismo” en Venezuela.
Maduro y Musk han estado enfrascados en una guerra de palabras a través de X.
Maduro ha supervisado un colapso nacional, incluida una caída del 80 por ciento del PIB del otrora rico país petrolero, en medio de una mala gestión económica interna y sanciones internacionales.
Según Naciones Unidas, más de siete millones de venezolanos han huido del país de 30 millones de habitantes desde que Maduro asumió el poder en 2013, principalmente a otros países latinoamericanos y a Estados Unidos.