El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió este lunes una “dura” respuesta al bombardeo que mató a 12 jóvenes en los anexados Altos del Golán, pese a la multiplicación de esfuerzos diplomáticos para aplacar la tensión entre Israel y el grupo islamista Hezbolá de Líbano.
“Estos niños son nuestros niños (…) El Estado de Israel no dejará ni puede dejar pasar esto. Nuestra respuesta llegará y será dura”, advirtió Netanyahu en Majdal Shams, la localidad de mayoría drusa donde un cohete impactó el sábado un campo de fútbol.
Israel y Estados Unidos atribuyeron el bombardeo a Hezbolá, que asumió varios ataques contra posiciones militares israelíes el mismo día, aunque en ese caso lo niega.
El movimiento islamista –respaldado y armado por Irán y aliado de Hamás en la guerra de Israel en la Franja de Gaza— libra una confrontación de baja intensidad con el ejército israelí desde que empezó el conflicto en el territorio palestino el 7 de octubre.
En Majdal Shams, Netanyahu colocó un ramo de flores en el campo de fútbol donde los jóvenes y se se reunió con un miembro de la comunidad drusa y con varios residentes en esa localidad de unos 11.000 habitantes.
Decenas de personas protestaron contra su visita. Muchos habitantes de Majdal Shams han rechazado la nacionalidad israelí, después de que este territorio fuera arrebatado a Siria en la guerra de 1967 y anexado después por el Estado hebreo.
La última víctima mortal del ataque del sábado, un joven identificado como Guevara Ibrahim, de 11 años, fue enterrada el lunes en la localidad.
“Proteger a Líbano”
Varias compañías aéreas, incluyendo Air France y la alemana Lufthansa, suspendieron el lunes sus vuelos a Líbano ante el temor a una guerra regional.
Estados Unidos y Francia, entre otros países, intentan contener el riesgo de una escalada, afirmó el domingo el ministro libanés de Relaciones Exteriores, Abdallah Bou Habib.
El diplomático dijo que se mantenían conversaciones para intentar moderar la respuesta de Israel.
“Recibimos garantías (…) de que Israel va a proceder de una forma limitada”, señaló el canciller, añadiendo que Hezbolá también responderá de forma moderada.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, informó que “continúan los contactos internacionales, con países europeos y árabes para proteger a Líbano”.
La Casa Blanca afirmó este lunes que confiaba en la posibilidad de evitar un conflicto más amplio entre Israel y Hezbolá.
“Nadie quiere una guerra más amplia, y confío en que podremos evitarlo”, afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, advirtió a su vez durante una llamada telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, que Israel cometería un “error con graves consecuencias si ataca Líbano”.
Nueve soldados israelíes detenidos
Hezbolá “evacuó algunas posiciones” en el sur y el este de Líbano que podrían ser atacados por Israel, indicó una fuente cercana al movimiento islamista a AFP.
El movimiento chiita, que ejerce una gran influencia en Líbano, abrió un frente con Israel en apoyo al movimiento palestino. Ambos grupos son considerados como organizaciones “terroristas” por Estados Unidos.
Desde el 8 de octubre, los enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí dejaron al menos 529 muertos en Líbano, la mayoría combatientes, según un recuento de AFP que incluye a 104 civiles.
En el lado israelí murieron al menos 22 soldados y 24 civiles, según Israel.
En la Franja de Gaza, el ejército israelí informó que bombardeó 35 objetivos en las últimas 24 horas.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a 1.197 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 111 personas permanecen cautivas en Gaza, 39 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya mató a 39.363 personas en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás desde 2007.
El ejército israelí informó este lunes que nueve soldados fueron arrestados acusados de maltratar a un prisionero en una cárcel conocida por ser usada como un centro de detención de palestinos apresados en Gaza.