El presidente Nicolás Maduro afirmó que hará “que se respeten” los resultados de las elecciones presidenciales de este domingo en Venezuela, en las que aspira a un tercer mandato de 6 años.
Tras votar en Caracas, pidió a los otros candidatos que también respeten el resultado.
Por su parte, los votantes de ambos partidos políticos en Venezuela están convencidos de la victoria en las elecciones presidenciales del domingo, en las que el actual presidente Nicolás Maduro se enfrenta al rival opositor Edmundo González Urrutia.
Pero un lado, la oposición, teme que su victoria (que los encuestadores pronostican que será por un amplio margen) les sea arrebatada de alguna manera.
Su candidata, María Corina Machado, ya ha sido excluida de la contienda por instituciones leales a Maduro. El ex diplomático González Urrutia se postula en su lugar.
En medio de denuncias de acoso generalizado por parte de la oposición y decenas de arrestos, hay una gran incertidumbre sobre lo que sucederá después de que se emitan los votos.
Los electores explicaron a la AFP sus expectativas:
Del lado de la oposición
Luis Carlos Rodríguez, un trabajador de telecomunicaciones de 54 años, asistió a un mitin de la oposición en Caracas, ansioso por ver a Machado.
Dijo que quería un cambio: “más libertad de expresión… más libertad económica, menos corrupción”.
Pero estaba seguro de que el gobierno de Maduro obtendría la victoria “de una manera u otra”.
“No veo al CNE (autoridad electoral) anunciando que María Corina ganó. Eso no va a pasar. La pregunta es qué va a hacer después de eso”, dijo Rodríguez, en referencia a la campaña electoral encabezada por González Urrutia.
El instinto del régimen, dijo, será “resistir, reprimir”.
Sin embargo, Rodríguez no cree que haya protestas a gran escala, con “poca gente que quiera arriesgarse a salir a la calle”.
Él, por su parte, no lo hará.
La jubilada Mercedes Henríquez, de 68 años, estuvo de acuerdo en que la oposición era el único camino a seguir para Venezuela.
“No podemos más con esta dictadura”, afirmó.
“Estamos rezando para que no nos roben las elecciones. Siempre lo han hecho. Pero esta vez tenemos tres millones de votos” más que Maduro, añadió, lo que, de ser cierto, haría más difícil manipular el resultado.
Pero, ¿y si lo hacen? “Bueno, tenemos que salir a la calle. Por mi voto. Por mis hijos”, dos de los cuales se encuentran entre los más de siete millones de venezolanos que viven en el exterior, junto con seis de sus nietos.
Marianella, de 35 años, habló con la AFP en una cafetería de Caracas, pero no quiso dar su apellido “por miedo” a represalias contra sus hijos o su pequeño negocio.
“Hay una calma tensa ahí afuera porque se avecina un cambio y todo el mundo lo sabe”, afirmó.
“No podemos más, este país tiene que seguir adelante. Necesitamos cambios en todo. Salud, educación, todos los ministerios, todas las entidades jurídicas, todos los tribunales. Nada funciona en este país. Nada”.
Del lado del régimen
Jesús Godoy, de 57 años, recordó una época de escasez en Caracas que atribuyó a una “brutal guerra económica, una crisis creada por la oposición” después de la primera elección de Maduro en 2013, cuando los precios del petróleo se desplomaron y el país entró en recesión.
“Hoy es maravilloso, vas a una tienda y encuentras lo que necesitas. El dólar (el tipo de cambio) está estable ahora… gracias al presidente Nicolás Maduro”, quien flexibilizó las regulaciones cambiarias.
El trabajador del Ministerio de Educación dijo a la AFP en un acto a favor del gobierno que el domingo “vamos a tener una doble celebración: la elección del presidente Nicolás Maduro… y la celebración del cumpleaños de nuestro comandante Hugo Chávez”, predecesor y mentor de Maduro, nacido hace 70 años el día de las elecciones.
En la misma manifestación, un hombre con una camiseta de Maduro susurró a la AFP que su empleador lo estaba “obligando” a asistir.
Mientras tanto, la jubilada Albertina Contrera, de 70 años, dijo a la AFP en un banco de una acera de Caracas que apoyaba a Maduro “porque tenemos seguridad, paz” en comparación con años antes, cuando los índices de delitos violentos en la capital eran mucho más altos, y ella misma fue asaltada a punta de pistola en su casa.
En la misma manifestación que Godoy, Yessenia Lara, profesora y presidenta de una asociación de trabajadores de la educación, insistió: “Mi sangre es roja y mi voto es rojo”, el color del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
El país está bien, insistió, a pesar de las “circunstancias” impuestas por la oposición, apoyada por Estados Unidos.
Se negó a reconocer la advertencia ampliamente difundida de Maduro sobre un “baño de sangre” si pierde las elecciones.
El domingo, “cuando el Consejo Nacional Electoral diga que ganamos y el mapa salga rojo, rojo, rojo, rojo, saldremos a celebrar con alegría”, dijo.
¿Y si pierden? “Lo aceptaremos”, dijo, “pero dudo” que eso suceda.
Con información de AFP