Con un aumento en la previsión de crecimiento para la economía de El Salvador en 2024 en su más reciente informe sobre perspectivas económicas globales, el Banco Mundial estimó que el crecimiento para la economía de este país durante este año será de un 3.2%.
En enero anterior la institución proyectaba un crecimiento del 2.3% lo que representa un alza de 0.9% respecto a la nueva cifra publicada. En abril pasado, el banco ya había elevado esta previsión en un 2.5%.
La previsión del organismo financiero internacional está dentro del rango que ha estimado también el gobierno de El Salvador para este año. En marzo pasado, el Banco Central de Reserva (BCR) informó que el crecimiento económico previsto para 2024 será de entre 3% y 3.5%.
El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, explicó en esa oporrtunidad que “continuamos con una proyección de crecimiento económico entorno al 3% y al 3.5% para 2024, que se prevé una ejecución de inversión privada de $7,205 millones y de inversión pública de $791 millones”.
Con esta actualización, el Banco Mundial se suma al grupo de organismos internacionales que también han subido sus previsiones de crecimiento de la economía de El Salvador para el 2024, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Para el 2025, el Banco Mundial pronostica un crecimiento un poco más bajo, del 2.7%. En enero, el organismo consideraba que la economía salvadoreña crecería en torno a un 2.3% el próximo año.
Con estos datos, El Salvador pasa a ocupar el tercer lugar como la economía con el crecimiento más bajo del istmo. Panamá será la que menos crecerá, con un 2.5% proyectado; y luego Guatemala, que crecerá un 3% este año.
Costa Rica ocupará el primer lugar como la economía más solvente de la subregión con un crecimiento proyectado del 3.9%, según el organismo.
“El crecimiento de América Central, por otro lado, se debilitará al 3.2 % en 2024 y se recuperará al 3.5 % en 2025 por un incremento más rápido de las remesas”, indica el Banco Mundial en su informe.
Pero el Banco Mundial añade otro factor: “Una actividad económica más sólida en Estados Unidos podría tener un impacto positivo en América Central y el Caribe”.