El grupo islamista palestino Hamás señaló el viernes 31 de mayo que tiene una visión positiva del contenido de una propuesta de alto el fuego en tres fases anunciada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para un alto el fuego permanente en Gaza.
“Hamás confirma su disposición a abordar de manera positiva y constructiva cualquier propuesta que se base en el alto el fuego permanente y la retirada total [de las fuerzas israelíes] de la Franja de Gaza, la reconstrucción [de Gaza] y el regreso de los desplazados a sus lugares, junto con el cumplimiento de un verdadero acuerdo de intercambio de prisioneros si la ocupación anuncia claramente su compromiso con dicho acuerdo”, indicó el grupo en un comunicado.
La posición de Hamás muestra un cambio de actitud por parte del grupo, que en los últimos meses había acusado a Estados Unidos de ponerse del lado de Israel y obstruir los intentos de un alto el fuego.
Joe Biden anunció este vienes nueva propuesta de alto el fuego de Israel en Gaza. Según el mandatario de Estados Unidos, se trata de una posible tregua “integral”, por lo que urgió al grupo Hamás a aceptarla.
Biden señaló que es un plan de tres fases: la primera prevé un cese total de hostilidades por seis semanas y la retirada de las fuerzas israelíes de las zonas pobladas del territorio palestino.
Durante ese periodo de tiempo, se iniciarían negociaciones para lograr una segunda fase, a saber, el cese permanente de las hostilidades y el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
El cese al fuego se extendería más allá de seis semanas si continúan dichas conversaciones.
La tercera fase sería el lanzamiento de un amplio plan de reconstrucción para la Franja de Gaza, sostuvo el líder de la Casa Blanca.
Biden agregó que el plan ya fue entregado a Qatar y Egipto, países que junto a Washington median en las negociaciones.
El anuncio del mandatario estadounidense llega justo después de que el pasado 10 de mayo Hamás señalara que las conversaciones volvían al “punto de partida” tras el rechazo del Gobierno de Netanyahu a una oferta de cese de hostilidades que el grupo islamista aseguró que había aceptado.
Esa propuesta respaldada por Hamás también señalaba tres fases y apuntaba, principalmente, a una vía para el fin de la guerra en curso. Por tanto, exigía el retiro total de las tropas israelíes del enclave palestino, pero esa postura fue tajantemente rechazada por el Estado de mayoría judía.
Israel asegura que terminó su ofensiva en Jabalia
Luego de haber matado a “cientos” de presuntos miembros de Hamás y destruido diez kilómetros de túneles subterraneos, el Ejército israelí dio por terminada su operación militar en Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, y que incluye el mayor campo de refugiados del enclave palestino.
“Las tropas de la División 98 han completado su misión en el este de Jabalia, continúan listas para luchar y se preparan para continuar con las operaciones en la Franja de Gaza”, aseguraron las Fuerzas Armadas israelíes en un comunicado.
Sin embargo, no existen garantías de que el Ejército no retome sus ataques en esa zona, dado que meses antes Israel también había señalado que terminaba operaciones en el norte del enclave, pero las retomó en las últimas semanas, al indicar que Hamás se estaba reagrupando en esa parte del territorio.
Jabalia, cercana a la frontera con Israel, es una de las ciudades que reporta mayor destrucción en el territorio gazatí. Con pocos edificios en pie y casi deshabitada, fue una de las primeras zonas en las que el Ejército de mayoría judía incursionó al inicio de la guerra.
Una zona en la que parecían haber terminado la ofensiva, pero a comienzos de mayo Israel aseguró que milicianos de Hamás se habían reagrupado y reingresado a la localidad.
El Ejército israelí asegura haber matado entre 500 y 600 personas reportadas como “milicianos” del grupo islamista, aunque el diario ‘The Times of Israe’ asegura que solo se han verificado 350.
Según el mismo medio de comunicación, durante estas más de tres semanas de operaciones murieron diez soldados israelíes y se recuperaron los cuerpos de siete rehenes, que fueron llevados al enclave palestino el 7 de octubre tras el ataque de Hamás en el sur del territorio israelí.