La pandemia que causó más de 7 millones de muertes confirmadas borró una década de avances en la esperanza de vida entre 2020 y 2021. La ONU confirmó que el covid-19 era la tercera causa de muerte en el mundo en 2020 y la segunda un año después fortificando la necesidad de un tratado pandémico mundial para proteger a las generaciones futuras, y garantizar un acceso equitativo a herramientas de ayuda.
Los datos recolectados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han revelado que la emergencia por covid-19 revirtió más de una década de avances en la esperanza de vida. Entre 2019 y 2021, los primeros años de la emergencia sanitaria mundial, la esperanza de vida en todo el mundo se redujo en 1.8 años, hasta los 71.4 años, que es el nivel de 2012.
En respuesta a las conclusiones, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó la fragilidad de los sistemas sanitarios mundiales cuando se enfrentan a emergencias sin precedentes como la pandemia.
“En sólo dos años, la pandemia de covid-19 borró una década de avances en la esperanza de vida”, afirmó Tedros. “Por eso es tan importante el nuevo Acuerdo sobre Pandemias: no sólo para reforzar la seguridad sanitaria mundial, sino para proteger las inversiones a largo plazo en salud y promover la equidad dentro de los países y entre ellos”.
EL CONTINENTE AMERICANO SUFRIÓ MAYOR IMPACTO EN LA ESPERANZA DE VIDA A CAUSA DEL COVID-19
A nivel regional, las Américas y el Sudeste Asiático sufrieron el mayor impacto del coronavirus, con un descenso de la esperanza de vida de unos tres años. En cambio, los países del Pacífico Occidental se vieron mínimamente afectados durante los dos primeros años de la pandemia, con pequeñas pérdidas en la esperanza de vida. El coronavirus también fue la principal causa de mortalidad en las Américas en 2020 y 2021.
Antes de la pandemia, las enfermedades no transmisibles seguían siendo la principal causa de muerte, representando 74 por ciento de todas las muertes en 2019. Durante la pandemia, afecciones crónicas como las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, el cáncer y la demencia estuvieron detrás de 78 por ciento de las muertes no transmisibles.
Otras causas importantes de vidas truncadas son la malnutrición, la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad. En 2022, más de mil millones de personas mayores de cinco años vivían con obesidad, mientras que más de 500 millones tenían un peso inferior al normal.
“La malnutrición infantil también era llamativa”, según el informe de la OMS, “con 148 millones de niños menores de cinco años afectados por retraso del crecimiento (demasiado bajos para su edad), 45 millones que sufrían emaciación (demasiado delgados para su estatura) y 37 millones con sobrepeso”.
Con información de Newsweek en Español