Una especie que estuvo al borde de desaparecer muestra señales claras de recuperación. Un nuevo estudio del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos estima que un número récord de 557 grullas trompeteras pasó el invierno en las cercanías del Refugio Nacional de Vida Silvestre Aransas, en la costa de Texas, durante la temporada 2024-2025. Se trata del recuento más alto registrado hasta ahora para el ave más alta de América del Norte.
Del total, al menos 41 grullas eran ejemplares jóvenes, procedentes de las zonas de reproducción ubicadas dentro y en los alrededores del Parque Nacional Wood Buffalo, en Canadá.
“El monitoreo de las zona,s entre 2024-2025, representa la primera ocasión en que se estima que la población de grullas trompeteras del grupo Aransas-Wood Buffalo supera los 550 individuos. Es un logro extraordinario para una especie que llegó a contar con apenas 21 ejemplares. Todas las grullas actuales descienden de solo 14 adultos que permanecían en la costa de Texas en 1941”, explicó Matthew Butler, biólogo del servicio y autor principal del informe.
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Después de décadas de protección legal, restauración del hábitat y cooperación entre países, la población ha mostrado un crecimiento sostenido cercano al 4.33 por ciento anual.
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Además, el personal del servicio, junto con socios de conservación y científicos comunitarios, reportó 68 avistamientos adicionales fuera del refugio. Aunque algunas de estas observaciones podrían haber correspondido a aves ya registradas en su entrada o salida del área de estudio, su presencia en nuevos sitios indica una expansión del área de distribución invernal de la especie.
“Los resultados de esta encuesta son increíblemente alentadores, ya que demuestran que la grulla trompetera continúa recuperándose de manera constante del borde de la extinción”, dijo Kevin McAbee, coordinador de Recuperación de la Grulla trompetera del Servicio, en un comunicado.
La expansión del área de distribución y el crecimiento constante de la población reflejan el arduo trabajo y la dedicación de todos los colaboradores que trabajan para conservar las grullas trompeteras.
Estas aves viven en grupos familiares y frecuentan pantanos, lagos y lagunas poco profundos. Suelen alimentarse de plantas, mariscos, insectos, peces y ranas. Aunque generalmente están a salvo de la caza y la recolección de huevos, su mayor amenaza —la pérdida de humedales— persiste.
Si bien el estudio se centró en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Aransas, se están realizando esfuerzos de conservación en toda la ruta migratoria central de América del Norte, desde la costa de Texas, pasando por las Grandes Llanuras de los Estados Unidos, hasta las praderas canadienses y el bosque boreal del norte. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)