No se salva ni uno. Todos los partidos políticos de México se han ganado a pulso una imagen que combina al tirano con el ladrón. Así lo demuestra la “Gran encuesta electoral: punto de arranque rumbo al 7 de junio 2015 de Mitofsky”, que cita que “no hay partido político que se salve de la mala imagen, todos tienen más opiniones negativas que positivas, incluso los nuevos partidos”.
Por este motivo, los expertos consultados abogan por promover el voto de castigo: “Si te gusta cómo hace las cosas el partido en el gobierno, vota por él; si no te gusta, vota por la oposición. Con quien sea, pero por la oposición”.
Tendencia en redes
Con esta pésima opinión sobre los partidos, la previsión en redes es que la gente no desperdiciará su voto en las elecciones federales de junio de 2015. El voto nulo como protesta ha perdido fuerza en comparación con las elecciones intermedias de 2009. Asimismo, aumentan la conciencia de votar y la certeza de que no hay partido postulante que quiera gobernar realmente en beneficio de los ciudadanos.
Así lo demuestran unas gráficas comparativas a las que tuvo acceso Newsweek en Español mediante Google Trends, una herramienta que analiza millones de conversaciones en blogs, tuits o webs. El voto nulo siempre ha marcado tendencia en los resultados electorales. “La ventaja de medirlo con el big data es que se puede saber el ‘porqué’ y el ‘dónde’ de estas tendencias y establecer una proyección en el tiempo sobre las preferencias para hacer correlaciones”, explica Alberto Escorcia, experto en redes.
A grandes rasgos, si nos ceñimos a los resultados de 2009, que fue el mismo proceso electoral que en 2015, este año Morena sería la gran sorpresa y algunos partidos como Movimiento Ciudadano podrían perder su registro. Como mostraron esas mismas tendencias, hace seis años el Partido Socialdemócrata desapareció y el Partido del Trabajo (PT) obtuvo menos que el voto nulo. En resumen, la previsión es que disminuyan los votos del PRI y suban los del PAN y Morena avanzaría superando o igualando al PRD.
¿Cuándo se obtuvieron más votos nulos? De acuerdo con Google Trends, la mayor intención de votar nulo se registró en 2009. Se muestran los resultados del voto en blanco y del voto nulo en la Gráfica 1.
Existe la creencia popular de que el voto nulo favorece al PRI. Así lo dice Rodrigo Salazar Elena, coordinador de la Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) México: “En términos generales, el voto nulo y el abstencionismo favorecen a los partidos más grandes. En este caso, los principales beneficiarios serían el PRI y el PAN, porque cuando una persona decide votar nulo en vez de votar por un partido, ese partido ve reducida su proporción de votos y todos los demás partidos aumentan su proporción de votos, pero el incremento es mayor para los partidos más grandes”.
De acuerdo con las búsquedas que los mexicanos hicieron en Google, que se pueden interpretar como la manifestación de interés sobre un tema específico, encontramos una interesante correlación: en 2009 arrasó el PRI en el Congreso y se obtuvieron más de un millón de votos nulos; sin embargo, en la votación más alta que ha tenido el PRI en los años recientes, el voto nulo disminuyó (rojo y azul) y creció el llamado a votar (verde). Estos resultados se pueden apreciar en la Gráfica 2.
Google Trends ha servido en el pasado para predecir enfermedades, el nacimiento de movimientos sociales y resultados electorales. ¿Qué proyección nos da para este 2015?
Porcentaje de interés:
PRI: 21 %
PRD: 14 %
Morena: 8 %
PAN: 1 %
Voto nulo 1 %
En 2009, cuando la gente tenía menos ganas de votar, aumentó el voto nulo y el PRI arrasó (Gráfica 3).
En cambio, en 2012, cuando la gente quería votar, el PRI bajó en comparación con 2009 y disminuyó el voto nulo(Gráfica 4).
Por lo tanto, de acuerdo con las tendencias, la proyección para este 2015 es que el voto nulo casi desaparece y aumenta el deseo de votar (Gráfica 5).
Rodrigo Salazar, de Flacso, también analizó el comportamiento electoral en elecciones pasadas. Así, “muchos de quienes votaron nulo tienen un perfil abstencionista. En ese sentido, pasar de abstención a voto nulo no afecta el resultado. A los electores panistas que no les gustaba el desempeño del gobierno también panista, decidieron abstenerse o votar nulo. El principal beneficiario de esto fue el PRI. Si los priistas se fueran a comportar así en esta elección, ahora se beneficiaría el PAN”.
El experto opina que muchos de los convocantes al voto nulo “tienen un historial de izquierda. Es gente que, de votar, votaría por el PRD o Morena”. Y advierte que si “estos electores se abstienen o votan nulo, los beneficiarios son el PRI y el PAN”.
El PRI, el peor visto
El partido con más opinión negativa es el PRI y el que tiene más opinión positiva es el PAN, según la “Gran encuesta electoral de Mitofsky”. Y añade que el PT y después el PVEM son los que peor saldo de opinión logran. “Los partidos que generan el mayor rechazo a votar por ellos son los tres llamados ‘grandes’ (PRI, PAN y PRD), Morena en su primera aparición es el cuarto más rechazado. Y el partido que genera menor rechazo es Movimiento Ciudadano con 25 por ciento”.
La mala imagen de los políticos es un fenómeno generalizado en las democracias, según Salazar Elena, quien apunta que, en la actualidad, México pasa por dos situaciones que tienden a agravar ese problema: la recesión económica (cuando hay crisis, los políticos son menos apreciados aun que en tiempos de bonanza) y los escándalos de corrupción. Por otro lado, las identidades partidistas o el carisma de ciertos políticos son fuerzas que existen en México y que operan contra la percepción de que “todos son iguales”.
Luis Daniel Vázquez, coordinador del Doctorado en Ciencias Sociales de Flacso, explica el menor interés por las elecciones intermedias porque “en las últimas dos contiendas (2006 y 2012) la figura de Andrés Manuel López Obrador y la forma en que el PRI, el PAN y la elite político-económica asumieron la elección generó un sentimiento de que el proyecto de nación estaba en juego, de que podía suceder un cambio radical”.
“Me parece que hoy esto no sucede, no solo porque no se trata de una elección presidencial, sino porque el propio AMLO ya no se presenta (o es presentado) como la figura radical que se pensaba. Así, el elemento central es que pareciera que en esta elección no hay nada en juego, no importa cuál sea el resultado, todo seguirá igual.”
Promover el voto de castigo
Ante la enorme indignación y hartazgo ciudadanos con la clase política (se ha llegado incluso a pedir la cancelación de las elecciones en el estado de Guerrero), John Ackerman, jurista y experto en asuntos electorales, comparte en entrevista con Newsweek en Español que “si los ciudadanos críticos dejan de votar u obstaculizan la celebración de las elecciones, hacen el trabajo aún más fácil a los corruptos. Las televisoras, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Pacto por México avanzarán juntos con toda tranquilidad en la consolidación de la dictadura mediático-militar bajo el mando de Washington y los mercados financieros internacionales”. Porque, añade, “votar libremente por los pocos candidatos que valen la pena no es entonces “legitimar el sistema”; es precisamente rebelarse en contra del mismo.
Rodrigo Estrada coincide con Ackerman: “A mi juicio, la mejor forma de promover un cambio es el voto de castigo: si te gusta cómo hace las cosas el partido en el gobierno, vota por él; si no te gusta, vota por la oposición. Con quien sea, pero por la oposición. Los políticos gobernantes no se harán buenas personas, pero van a hacer lo necesario para evitar salir del poder”.
Por lo tanto, que disminuya la intención del voto nulo en las próximas elecciones podría ser signo de bonanza. Y es que los promotores del voto nulo buscan promover un cambio real en la clase política con su mensaje de rechazo a todos los partidos. “Esto es un mero deseo, concluye Rodrigo Estrada, porque incluso en países con votaciones nulas altísimas como Ecuador o Argentina, este mensaje no transformó a la clase política. Sin duda, tampoco hubo una transformación con la campaña anulista de 2009. El valor del voto nulo es, fundamentalmente, expresivo. No parece tener un valor práctico como el buscado por sus promotores.”