Desde el inicio de la guerra en la Franja hace nueve meses, más de 150,000 personas han contraído infecciones cutáneas, debido a las pésimas condiciones de higiene en las que los desplazados palestinos sobreviven, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de los niños, la sarna y los piojos son un riesgo constante que padecen en Gaza.
“No bañamos a los niños como antes. Los productos de higiene y los desinfectantes no están disponibles para poder limpiar nuestros espacios”, explica a AFP Elwane, madre de siete niños. Antes, las familias solían enviar a los niños a lavarse al mar Mediterráneo, pero la contaminación del agua de estos últimos días agravó los trastornos, según esta madre. “El mar son solo cloacas. Las basuras y los pañales se tiran directamente al mar”, cuenta.
EN GAZA, A LA SARNA Y LOS PIOJOS LOS ACOMPAÑA LA VARICELA
La OMS registró 96,417 casos de sarna y piojos entre la población de Gaza y 10,038 con impétigo, una infección bacteriana de la piel. En la clínica improvisada del campo de Deir el Balah, Sami Haid, un farmacéutico voluntario de 43 años, señala que la sarna es la infección cutánea más extendida, seguida por la varicela cuyo origen es virósico.
Dos niños con decenas de ampollas y costras características de la varicela, repartidas entre sus manos, sus pies, su espalda y su vientre, son atendidos en el centro. El farmacéutico les aplica una crema de calamina para calmar los picores, a falta de un mejor tratamiento.
Los niños de Gaza son más vulnerables a las enfermedades porque su sistema inmunitario se ha debilitado por la desnutrición, lo que crea “un círculo vicioso”, según el coordinador de MSF.
En una visita a una escuela instalada bajo una tienda, Sami Hamid constató con su equipo médico que 24 de 150 alumnos padecían la sarna.
LAS MALAS CONDICIONES HIGIÉNICAS
“Los retretes son rudimentarios y desembocan en desagües entre las tiendas, lo que contribuye a la propagación de las epidemias”, añade el farmacéutico.
Debido a las malas condiciones higiénicas, otras enfermedades se extienden en los campos de desplazados, advirtió la OMS, que señala 485,000 casos de diarrea, de los cuales más de 113,000 en niños menores de cinco años. La guerra estalló el 7 de octubre pasado, cuando milicianos islamistas mataron a 1,195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes. N