El aumento de los discursos contra los migrantes, en un año en que casi la mitad de la población mundial tendrá elecciones en su país, “está agrietando nuestras sociedades”, afirmó Amy Pope, directora de la agencia de las Naciones Unidas para la migración.
La estadounidense, que el año pasado se convirtió en la primera mujer en dirigir la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), lamentó en una entrevista las declaraciones contra los migrantes en “las campañas electorales a nivel mundial”.
Algunos políticos los culpan de todos los males, “ya sean por las tasas de criminalidad o la inflación, el desempleo o la inseguridad”. Según ella, los migrantes son objetivos “fáciles porque no votan”.
En Estados Unidos, donde la migración es una cuestión candente de las presidenciales, el republicano Donald Trump advirtió de una “invasión” en la frontera sur y dio a entender que algunos migrantes que entran al país “no son personas”.
“En algunos casos, en mi opinión, no se les puede llamar personas. Pero no se me permite decir eso porque la izquierda radical dice que es algo terrible. ¡Son animales y tenemos que detenerlos!”, comentó Trump durante un mitin en Ohio, el pasado 18 de marzo.
Unas declaraciones que pueden tener graves consecuencias, según Pope, una abogada de 50 años que ha trabajado tanto para las administraciones demócratas como republicanas.
“Cuando una población está deshumanizada, hay un aumento en los casos denunciados de violencia y discriminación. En última instancia, es malo para la sociedad “, argumentó.
CAMBIAN LA ECONOMÍA
Además, indicó que las declaraciones alarmistas rara vez se corresponden con lo que está sucediendo en realidad. “Los discursos y la realidad no tienen nada que ver”.
En algunos países donde prosperan los ataques verbales contra los migrantes, los necesitan para cambiar la economía, citando como ejemplo la “escasez de mano de obra en Europa”.
Recientemente, la revista The Economist demostró que la migración ha participado en la recuperación de la economía estadounidense tras la pandemia de covid-19.
“Los países necesitan migrantes y esta necesidad aumentará de manera bastante significativa en los próximos años”, apuntó Pope, quien reclamó rutas migratorias más seguras y legales.
Oficialmente 8,565 personas murieron en las rutas migratorias de todo el mundo en 2023, que lo convierte en el año más mortífero desde que comenzaron los registros hace una década, según la OIM.
CONTRA LOS DISCURSOS NEGATIVOS HACIA LOS MIGRANTES
Sin embargo, la cifra real “es ciertamente mucho más alta”. Y es probable que la tendencia al alza continúe a medida que la multiplicación de conflictos y los efectos del cambio climático acentúen la migración.
En palabras de Pope, crear rutas migratorias seguras y legales es la mejor manera de evitar que las personas se embarquen en viajes peligrosos. “Las necesidades son urgentes”, aseguró.
“Nadie quiere ver un gran número de migrantes irregulares cruzando fronteras, cruzando el Mediterráneo o cruzando el Canal de la Mancha. Esto puede crear presiones en las sociedades”, dijo.
Sobre la situación en la frontera sur de Estados Unidos, la responsable de la OIM señaló que su “principal preocupación es que las personas tengan derecho a solicitar asilo”, lamentando que las posibilidades de utilizar otras rutas de entrada seguras, legales y regulares sean “insuficientes”. N
(Con información de AFP)