Las municiones en racimo pueden tener un impacto letal en los civiles “inmediatamente y mucho después” de que termina una guerra, dice a Newsweek una organización benéfica, mientras Estados Unidos acaba de enviar estas controvertidas armas a Ucrania que dividió a los aliados de Kiev.
El viernes 7 de julio, Estados Unidos dijo que estaba suministrando municiones convencionales mejoradas de doble propósito (dual-purpose improved conventional munitions, DPICM) a Ucrania.
Estas son una forma de bomba de racimo que dispersa submuniciones en un área amplia. Las submuniciones “explotan al impactar y pueden matar todo en un área de varios campos de futbol americano“, dijo anteriormente Guy McCardle, gerente editorial del medio Special Operations Forces Report (SOFREP), a Newsweek.
Los expertos militares dicen que las municiones en racimo pueden ser un arma extremadamente efectiva, particularmente contra las fuerzas de infantería, pero pueden representar un peligro para los civiles.
Durante mucho tiempo, Ucrania ejerció presión por obtener las municiones, y el viernes 7 dijo: “Nos ayudarían significativamente a desocupar nuestros territorios mientras se salvan vidas de soldados ucranianos”. Y agregó que Rusia ha usado estas bombas en Ucrania “desde el día uno”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo a CNN que Washington tomó la “difícil” decisión de proporcionar las armas porque “los ucranianos se están quedando sin municiones”.
PAÍSES PODEROSOS CRITICAN EL USO DE MUNICIONES EN RACIMO
Las municiones en racimo están prohibidas en más de 120 países en virtud de la Convención de Oslo. Sin embargo, Estados Unidos, Ucrania y Rusia no son signatarios de la convención que prohíbe su producción, uso o almacenamiento.
Varios países que envían ayuda militar a Ucrania se opusieron a la decisión de Washington, incluidos el Reino Unido, Nueva Zelanda, España y Canadá. Ottawa dijo en un comunicado que están “comprometidos a poner fin a los efectos que las municiones en racimo tienen en los civiles, en particular en los niños”.
Los civiles representan el 97 por ciento de todas las bajas relacionadas con las bombas de racimo. Y se conoce que, en 2021, 144 personas murieron o resultaron heridas por estas municiones, según el Monitor de Municiones en Racimo.
“Las municiones de racimo, armas legalmente prohibidas, matan a civiles inmediatamente y mucho después de que el conflicto termina”, dijo a Newsweek Taslidzan, gerente de defensa del desarme y la protección de civiles de la organización benéfica Humanity & Inclusion.
Las submuniciones pueden venir en diferentes formas y tamaños y, por lo tanto, tendrán diferentes impactos en el cuerpo humano y dañarán más gravemente a los niños, dijo.
“El tipo de lesiones también dependerá de cómo se activen estas minibombas”, dijo Taslidzan. Si un civil recoge una minibomba, podría necesitar amputaciones en la parte inferior o superior del codo, explicó. Y si las submuniciones se activan al pisarlas, es posible que sea necesario amputar partes de la parte inferior del cuerpo.
ESTAS MUNICIONES DEJAN LESIONES CEREBRALES Y OTROS MALES
Las explosiones “causan graves lesiones abdominales y torácicas, y crea daños en los órganos internos”, aseguró. “Aunado a esto, en los sobrevivientes a los que hemos asistido directamente en áreas de conflicto y posconflicto, también vemos lesiones craneofaciales significativas, lo que deja un impacto a largo plazo en la vista y el oído”, continuó Taslidzan. “En algunos casos, también hemos visto lesiones cerebrales traumáticas”.
En la mayoría de los casos, las lesiones provocan impedimentos y discapacidades de por vida, añadió. Además de cicatrices o quemaduras visibles, “sus cuerpos llevarán fragmentos de metal o esquirla que crean un dolor crónico”.
Colin Kahl, un alto funcionario del Pentágono, dijo a los medios —luego del anuncio de Estados Unidos— que las rondas DPICM que se dirigen a Ucrania tienen una tasa “extremadamente baja” de fallas, de menos del 2.35 por ciento, refiriéndose a la frecuencia con la que no detonan según lo previsto.
“Compare eso con Rusia, que ha estado usando municiones de racimo en Ucrania con tasas de fracaso de entre 30 y 40 por ciento”, dijo Kahl a los periodistas.
Kahl explicó que el gobierno de Estados Unidos está trabajando junto con Kiev para “minimizar los riesgos asociados con la decisión”. Los líderes de Ucrania habían asegurado a Estados Unidos que el ejército no usaría los DPICM en áreas pobladas por civiles y que registraría dónde se usarían las municiones en racimo.
UCRANIA ASEGURA QUE LAS MUNICIONES SE USARÁN CON CUIDADO
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, dijo en Twitter que las municiones no se usarían en territorio reconocido internacionalmente como ruso y que se desplegarán “solo en los campos donde hay una concentración militar rusa”.
“Se utilizarán para atravesar las líneas de defensa enemigas con un riesgo mínimo para la vida de nuestros soldados”, tuiteó. Ucrania dará prioridad a la remoción de minas después de que termine la guerra, escribió Reznikov, y agregó que Kiev informará a sus aliados sobre cómo utiliza las bombas de racimo.
Pero otras complicaciones pueden dañar aún más a los civiles que sufren heridas por municiones de racimo, dijo Taslidzan. En países envueltos en un conflicto o que se están recuperando de él, la falta de atención médica puede significar que las heridas terminen infectadas o que un civil herido necesite varias cirugías correctivas.
Y hay un costo psicológico y mental no solo para los heridos, sino también para sus familiares cercanos y seres queridos, argumentó. Las submuniciones persistentes también pueden evitar que las personas regresen a sus hogares o cultiven la tierra de manera segura, afirmó Taslidzan.
Los expertos dijeron a Newsweek anteriormente que las municiones en racimo potenciarán significativamente las capacidades del ejército de Ucrania, incluso contra las unidades mecanizadas y las tropas de infantería de Rusia durante la contraofensiva de Kiev. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)