Corea del Sur y Estados Unidos dispararon el miércoles cuatro misiles en respuesta al lanzamiento de un proyectil norcoreano que sobrevoló en la víspera el territorio japonés, indicó el ejército surcoreano.
Equipada con armas nucleares, Corea del Norte lanzó el martes un misil de alcance intermedio por encima de Japón por primera vez desde 2017, lo que llevó a las autoridades niponas a ordenar la evacuación de sus residentes.
Los ejércitos surcoreano y estadounidense respondieron con el lanzamiento de dos misiles de corto alcance cada uno que “golpearon con precisión un blanco virtual” en el mar de Japón, también conocido como mar del Este, indicó el Estado Mayor Conjunto de Seúl.
Las maniobras “demostraron la habilidad y la preparación para neutralizar el origen de la provocación mientras mantienen una posición de monitorización constante”, señaló en el comunicado.
El ejército también confirmó que un misil surcoreano falló poco después del disparo y estalló sin causar víctimas. El martes, aviones de caza estadounidenses y surcoreanos habían desplegado un ejercicio de bombardeos en el mar Amarillo.
Los ejercicios querían “asegurar que tenemos las capacidades militares listas para responder a las provocaciones del Norte si se llega a esta situación”, dijo a la CNN el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
“No deberíamos llegar a eso. Hemos dejado claro a Kim Jong Un que estamos dispuestos a sentarnos sin condiciones previas. Queremos ver la desnuclearización de la península de Corea”, añadió.
“No ha mostrado ninguna predisposición a moverse en esa dirección y, siendo bastante francos, se mueve en la dirección opuesta al continuar realizando ensayos de misiles, que son violaciones de las resoluciones de Consejo de Seguridad” de la ONU, continuó.
El último ensayo de Pyongyang se suma a una serie récord de pruebas armamentísticas del aislado régimen comunista, que reciente revisó sus leyes para declarar “irreversible” su estatus de potencia nuclear. El presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, condenaron “en los términos más fuertes” el último disparo.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, lo calificó de “provocación” y abogó por una “firme respuesta”.
COREA DEL SUR REALIZA EJERCICIOS NAVALES A GRAN ESCALA
La última vez que Pyongyang había disparado un misil por encima de Japón fue en 2017, en medio de un periodo de alta tensión entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el entonces presidente estadounidense, Donald Trump. Con su disparo del martes, Corea del Norte ha lanzado cinco misiles en los últimos diez días.
Este frenesí de pruebas coincide con la intensificación de la cooperación militar entre Seúl, Tokio y Washington en la zona, que el viernes desplegarán sus primeras maniobras submarinas trilaterales en cinco años.
Y la semana pasada, Corea del Sur y Estados Unidos realizaron ejercicios navales a gran escala. Estas maniobras enfurecen a Pyongyang, que las entiende como ensayos para una hipotética invasión del país.
Como muestra de esta creciente cooperación, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visitó la semana pasada Japón y Corea del Sur y aprovechó el viaje para trasladarse a la zona desmilitarizada que divide la península de Corea.
El ejército estadounidense dispone de 28,500 soldados apostados en Corea del Sur para ayudarla a protegerse del Norte. En los últimos meses, autoridades surcoreanas y estadounidense han advertido que el régimen de Kim Jong Un prepara un nuevo ensayo nuclear, que sería el séptimo desde 2006 y el primero desde 2017. N
(Con información de AFP)