La innovación permite a las empresas anticiparse a momentos inciertos y estar preparadas para mantener la continuidad de sus operaciones ante cualquier contexto. Si bien las crisis potencian la innovación e impulsan a las compañías a buscar alternativas para afrontar el escenario adverso, aquellas que cuentan con un proceso de innovación sistematizado logran ventajas competitivas en estos contextos. Por eso, la búsqueda de innovación se ha vuelto una prioridad para las organizaciones de alto impacto interesadas en alcanzar resultados de negocio exponenciales en corto tiempo.
Pese a ello, la pregunta sigue siendo: ¿cómo acelerar la innovación y cómo potenciar las ideas generadas en el interior de las organizaciones?
Las compañías deben repensar su sistema de innovación con una visión holística y un portafolio balanceado que impulse y sistematice procesos internos a la vez que los aceleren y complementen con innovación abierta.
Conocer sus tendencias nos permite entender las alternativas para que nuestra búsqueda por potenciar nuestra innovación en corto tiempo sea posible:
- Compañías que invierten en bienes y servicios complementarios. Fortalecer a aquellas pymes, startups y proveedores involucrados en el ciclo de vida del consumidor, trabajando muy de cerca con ellos y cocreando en conjunto. Habitualmente, los proveedores son expertos en su campo y se logra crear valor real cuando las empresas trabajan colaborativamente con ellos, creando oportunidades en las que se comparten los beneficios y se aumentan las ganancias para ambas partes.
- Subsectores que emergen y comienzan a desarrollarse. Mientras que algunos subsectores crecerán consistentemente en este tiempo, el contexto desafiante que estamos viviendo impulsará el crecimiento de otros como las tecnologías financiera, educativa, de los alimentos y de la agricultura (fintech, edtech, foodtech, agtech), así como las energías renovables exponencialmente. La innovación en estos subsectores debe ser potenciada por ecosistemas que actúan juntos para generar valor y acelerar la entrada de nuevas soluciones al mercado.
- Fortalecimiento de industrias basadas en ecosistemas. Según el Global Startup Ecosystem Report 2019, en el futuro se crearán 20 nuevas Silicon Valley. Estos nuevos hubs de innovación se encontrarán en países emergentes de todo el mundo. Para que la innovación ocurra debe existir un ecosistema de confianza donde todos trabajen de manera colaborativa por un propósito en común. Los involucrados idealmente serán centros de investigación, cámaras, ONG, compañías privadas, agencias del Estado e inversores.
- Competidores que coinnovan. Se observa un cambio significativo potenciado por el concepto de economía compartida y por los desafíos actuales. Cada vez más, esperamos ver proyectos donde al menos dos empresas competidoras distribuyen el uso de patentes relacionadas con una tecnología o producto determinado. También, el uso compartido de infraestructura y personal calificado es una forma de trabajo que cada vez más compañías se aventuran a probar.
- Nuevos marcos regulatorios. En la medida en que más empresa se sumen a la innovación abierta, surgirá la necesidad de nuevos marcos regulatorios más flexibles y compatibles con esta modalidad. Los ecosistemas basados en industrias se tendrán que unir para promover estos cambios y las políticas públicas deberán enfocarse en facilitar el camino a los emprendedores, para generar así nuevos puestos de trabajo mientras crean bienestar en las comunidades con nuevos servicios.
Cada vez más las compañías están descubriendo que la innovación abierta puede aterrizarse en la realidad apoyándose en una estrategia clara, capaz de obtener valor mediante diversas fuentes de conocimiento, monitoreando el progreso y apalancados por un ecosistema de innovación por industria que trabaja por un propósito en común y que permita acelerar la captura de beneficios de negocio.
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Martín Wagmaister es cofundador y director general de Parabolt. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.