Si se usa marihuana durante el embarazo, es más probable que el niño sufra problemas de sueño hasta una década después, según un nuevo estudio de la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos) sobre casi 12,000 jóvenes, y publicado en la revista ‘Sleep Health: The Journal of The National Sleep Foundation’.
“Como sociedad, nos ha llevado un tiempo comprender que fumar y beber alcohol no es aconsejable durante el embarazo, pero ahora se considera de sentido común. Estudios como este sugieren que es prudente extender ese consejo de sentido común a la cannabis, incluso si su uso es ahora legal”, explica el autor principal del trabajo, John Hewitt.
Para el estudio, los investigadores analizaron los datos de referencia del histórico estudio Cerebro Adolescente y Desarrollo Cognitivo (ABCD), que está siguiendo a 11,875 jóvenes desde los 9 ó 10 años hasta la edad adulta temprana.
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Como parte de un exhaustivo cuestionario sobre la ingesta, se preguntó a las madres de los participantes si habían consumido marihuana alguna vez durante el embarazo y con qué frecuencia. En el estudio no se evaluó si utilizaban comestibles o fumaban marihuana. También se pidió a las madres que rellenaran una encuesta sobre los patrones de sueño de sus hijos, en la que se evaluaron 26 elementos diferentes que iban desde la facilidad con que se dormían y el tiempo que dormían hasta si roncaban o se despertaban con frecuencia por la noche y el grado de sueño que tenían durante el día.
Alrededor de 700 madres informaron haber consumido marihuana durante el embarazo. De ellas, 184 la usaban diariamente y 262 la usaban dos o más veces al día. Después de controlar una serie de otros factores, incluyendo la educación de la madre, el estado civil de los padres y los ingresos familiares y la raza, surgió un claro patrón: las madres que dijeron que habían consumido cannabis durante el embarazo tenían muchas más probabilidades de informar que sus hijos tenían problemas clínicos de sueño.
Las que usaban marihuana con frecuencia eran más propensas a reportar síntomas de somnolencia (síntomas de somnolencia excesiva) en sus hijos, tales como problemas para despertarse en la mañana y estar excesivamente cansados durante el día”.
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Aunque el estudio no prueba que el uso de cannabis durante el embarazo cause problemas de sueño, se basa en un pequeño pero creciente conjunto de evidencias que apuntan a una relación. Por ejemplo, otro pequeño estudio encontró que los niños que habían estado expuestos a la marihuana en el útero se despertaban más en la noche y tenían una calidad de sueño más baja a los 3 años. Otro encontró que el uso prenatal de la cannabis afectaba el sueño en la infancia. Y, en otros trabajos anteriores, se evidenció que los adolescentes que fumaban marihuana con frecuencia eran más propensos a desarrollar insomnio en la edad adulta.
Los investigadores no están seguros de cómo la exposición a la cannabis durante los momentos de desarrollo vulnerable podría moldear el sueño futuro. Pero estudios en animales sugieren que el THC y otros llamados cannabinoides, los ingredientes activos de la marihuana, se adhieren a los receptores CB1 en el cerebro en desarrollo, influyendo en las regiones que regulan el sueño.