El capitán de la ONG española Open Arms, anclado el viernes a pocos centenares de metros del puerto italiano de Lampedusa, describió la situación a bordo del barco humanitario como “explosiva” por la situación de los migrantes a quienes se impide desembarcar a pesar de que el jueves seis países de la UE se mostraron dispuestos a acoger a una parte de los rescatados.
Tras la evacuación de una decena de personas por razones médicas en la noche del jueves al viernes, aún quedaban 134 personas a bordo del buque, donde algunas llevan dos semanas.
“Todo el mundo está psicológicamente roto. No podemos aguantar más esta situación. Cada segundo que pasa la bomba corre un segundo para atrás. O alguien corta el cable rojo y desactiva esta bomba ya o el Open Arms va a explotar”, declaró el capitán del barco, Marc Reig, a la televisión pública española, TVE.
“Es inhumano. Estamos cerca de tierra y la gente podría ir nadando. Se quieren tirar al agua. Es insostenible. No pueden más”, insistió Reig.
En Twitter, Open Arms explicó que tenían amenazas de suicidio a bordo y exigió el desembarco por “urgencia humanitaria”.
“No cederé”, advirtió la tarde del viernes el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, al considerar que la ONG española se “reía del mundo por enésima vez”.
Una noche más.
Una noche menos.
Ojalá mañana despierten el sentido común y la humanidad, y abran un puerto donde desembarcar.
Buenas noches desde las aguas de Lampedusa.#PuertoSeguroYa pic.twitter.com/dwAWnzRnC8— Open Arms (@openarms_fund) August 16, 2019
Comentando la situación de salud de 13 migrantes evacuados de urgencia del barco, aseguró que todos estaban bien excepto una persona que sufría una pequeña otitis.
Para Salvini, el buque humanitario “ha hecho piruetas en el Mediterráneo durante días con el único fin de recoger al máximo número posible de personas para llevarlos siempre y únicamente a Italia”.
“Durante todo este tiempo, habría ido y vuelto tres veces de un puerto español”, ironizó. “Esta ONG, en definitiva, solo lucha batallas políticas, sobre los hombros de los migrantes y contra nuestro país”, agregó.
Este es el enésimo caso de una embarcación humanitaria a la deriva en el Mediterráneo a la espera de que el gobierno italiano y su ministro del Interior autoricen el desembarcarco.
En un cambio evidente de discurso, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, criticó la “obsesión” de Salvini por la cuestión migratoria y por mantener “cerrados los puertos”.
“Está claro que sin mi resolución la Unión Europea nunca hubiera movido un dedo y hubiera dejado Italia y a los italianos a su suerte, como hizo durante años”, se defendió el líder ultraderechista en un mensaje en Facebook.
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15 días después.
Lampedusa. pic.twitter.com/KalyvPeR84— Open Arms (@openarms_fund) August 16, 2019
En plena crisis institucional, el caso del “Open Arms” se ha convertido en un arma arrojadiza entre los distintos actores de la política romana.
Los intentos de Salvini por impedir la entrada de los migrantes en puertos italianos con dos decretos consecutivos han sido tumbados primero por la justicia italiana y después por la propia ministra de Defensa, antigua socia y actual adversaria política, que se negó a firmar el segundo de ellos arguyendo razones humanitarias.