La gente puede reconocer hasta 10,000 rostros, según han descubierto los científicos. En el primer estudio de su tipo, los investigadores cuantificaron la cantidad de rostros que un individuo humano puede conocer, y los hallazgos mostraron que la gente era capaz de reconocer entre 1,000 y 10,000, con el promedio rondando los 5,000 rostros.
La investigación, publicada en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, fue llevada a cabo por Rob Jenkins, del Departamento de Psicología de la Universidad de York, y sus colegas.
“El vocabulario de las identidades faciales es grande dado el contexto de la historia de nuestra especie”, dijo él a Newsweek. “La mayor parte del tiempo, los humanos vivieron en grupos de alrededor de un centenar de personas. Hoy día, los humanos pueden vivir en ciudades de millones, y también somos bombardeados con rostros en los medios de comunicación.
“Las exigencias a la capacidad humana de reconocimiento facial se han intensificado considerablemente. Pero parece que sea cual sea el aparato mental que nos equipó para diferenciar decenas de personas también nos equipó para diferenciar miles de personas. Eso fue inesperado”.
Para el estudio, el equipo les pidió a los participantes que escribieran tantos rostros de su vida personal como les fuera posible en una hora. Luego hicieron lo mismo con la gente famosa. Los investigadores hallaron que el ritmo con que una persona escribiría los rostros empezó rápido y luego se hizo lento conforme batallaban para pensar en más. El equipo luego calculó el ritmo con que una persona se hacía lenta para calcular en qué momento se le agotarían totalmente los rostros.
Ellos vincularon la cantidad de rostros que conoce una persona con el rango de vocabulario individual. Esto explica la variación enorme en las calificaciones. Jenkins también dijo que espera no haber encontrado el límite superior en el rendimiento individual.
“Nuestro récord actual alcanza los 10,000, pero espero que ese récord sea superado”, comentó él. “Supongamos que no tenemos idea de qué tan lejos pueden correr los humanos; podríamos obtener un buen cálculo al poner a prueba un grupo de estudiantes universitarios. Pero es poco probable que una muestra al azar contenga los extremos máximos del rendimiento humano.
“La capacidad de distinguir individuos diferentes claramente es importante, ya que nos permite llevar el registro del comportamiento de las personas al paso del tiempo, y modificar tu propio comportamiento en concordancia. Dadas las vidas sociales de nuestros ancestros, la capacidad de reconocer miles de individuos podría parecer un exceso. Pero hay muchísimos ejemplos de exceso en la naturaleza. El veneno de las arañas puede matar a un caballo, aun cuando la araña presuntamente no tiene ambiciones de comerse al caballo”.
Los hallazgos abren una gama amplia de rutas de investigación, en especial aquellas concernientes a la tecnología de reconocimiento facial. Jenkins dijo que la investigación psicológica muestra grandes diferencias entre los rostros que conocemos y aquellos que no. Podemos identificar confiablemente los rostros familiares, pero cómo hacemos esto no se sabe. “Un mejor entendimiento del reconocimiento de rostros familiares en humanos debería informar un mejor modelo de ese proceso en las máquinas”, expresó él.
Megan Papesh, profesora asociada del Departamento de Psicología en la Universidad Estatal de Luisiana, cuya investigación analiza el reconocimiento facial, dijo que los hallazgos eran emocionantes. “La gente puede apreciar intuitivamente el ser procesadores faciales expertos”, dijo ella a Newsweek.
“Vemos rostros en nubes, cafés con leche, papas fritas y una miríada de objetos. Esta tendencia a imponer una estructura donde no hay una se llama pareidolia, y muestra el poder divertido de nuestra familiaridad con los patrones faciales. Aun cuando los investigadores desde hace mucho han apreciado que la gente tenga una memoria increíble para los rostros personalmente familiares, Jenkins [y los autores del estudio] dan el primer cálculo jamás de un ‘vocabulario’ de identidad facial. Personalmente, esta investigación me parece increíblemente buena y emocionante”.
Ella mencionó que en comparación con las palabras, los rostros son más difíciles de reconocer; todos están hechos de las mismas propiedades generales. Nuestros ojos, narices, bocas, etc., están en el mismo lugar.
“A pesar de la homogeneidad relativa de los rostros, Jenkins y sus colegas hallaron que la gente conoce aproximadamente 5,000 identidades, lo cual abre la puerta a muchas preguntas de investigación nuevas e interesantes. Por ejemplo, ahora será posible establecer trayectorias de desarrollo al aprender la identidad facial, e investigar el impacto del neurodesarrollo o los trastornos neurodegenerativos que afectan los procesos sociales. Hay muchas direcciones en las que podría ir esta investigación, lo cual, pienso yo, es el sello de un gran estudio”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek