El instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó esta semana los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) relativos a la percepción de la población sobre la seguridad pública de su localidad correspondiente al mes de septiembre de 2018.
El estado de Jalisco ha vivido episodios de inseguridad que han puesto a su sociedad en vilo desde hace tiempo. En seis de los municipios más importantes se ha percibido la inseguridad en niveles importantes. Además, la cantidad de fosas clandestinas encontradas en el estado y la sobresaturación de los servicios forenses generan un ambiente de inseguridad importante.
En la capital, Guadalajara, el 86.2% de las personas mayores de 18 años se siente inseguro, mientras que, en Tonalá, la percepción de inseguridad llega a 74.2%. Por su parte, los municipios de Tlajomulco de Zúñiga y San Pedro Tlaquepaque presentan un 73.5 y 74.2% de percepción de inseguridad. Los municipios de Zapopan y Puerto Vallarta son los que menos percepción de inseguridad presentan, aunque siguen siendo niveles realmente importantes, ya que el 67.6 y 41.4% de los encuestados percibió que su localidad es insegura.
A nivel nacional, el 79.7% de las mujeres y el 69.2% de los hombrees se sienten inseguros en su localidad, lo cual, a pesar de ser una reducción de 2.6 puntos porcentuales en comparación con el primer trimestre de este año, en el caso de los hombres, y de .8 puntos porcentuales en el caso de las mujeres, sigue siendo alta en comparación con las personas que han declarado sentirse seguras.
En total, el 74.9% de los ciudadanos mayores de 18 años han declarado sentirse inseguras en su localidad. En muchos casos, algunos actos violentos que han sufrido los han padecido a unas calles de su hogar e incluso a las puertas de este.
A partir de este análisis, la ENSU indicó que, a nivel nacional, el 25.1% de las personas tiene la expectativa de que la situación de inseguridad empeore en próximos tiempos, lo cual refleja una caída de 12.3 puntos porcentuales comparado con las estimaciones del año pasado, mientras que el 30.8% de la población considera que la situación mejorará con el tiempo.
Igualmente, en el país, el 37.1% de los encuestados indicó ser testigo de bandas violentas o pandillerismo, el 44.5% ha atestiguado la venta y consumo de drogas, y el 41% de los encuestados declaró percatarse de disparos frecuentes con armas. Este último punto es uno de los más relevantes, ya que, durante el mismo periodo del año pasado, el registro era de 33.8% lo cual representa un aumento de 7.2 puntos porcentuales en un año, además de que la sensación de inseguridad ha cambiado la rutina de las personas.
Un elemento constante en la realidad mexicana durante los últimos 12 años ha sido el aumento en la percepción de la inseguridad, la cual no solo abarca la inseguridad causada por la guerra del narcotráfico, sino también la inseguridad que se percibe debido los robos y los asaltos que la ciudadanía vie en las calles y el transporte de su ciudad.
Ante esta perspectiva de inseguridad, y a pesar de que la expectativa de mejora va en aumento, la realidad es que aún falta mucho trabajo por realizar. Desde la realización de un sistema de Justicia Penal efectivo que no sea una puerta giratoria para las personas que cometan un acto delictivo, hasta un verdadero sistema de reformación de los presos que no vulnere sus derechos y no los deje reincidir al darle verdaderas herramientas para desenvolverse en la sociedad.
El trabajo es arduo y necesario para poder dar tranquilidad a los ciudadanos.