Alemania espera “más de 10 000” nuevos refugiados este lunes en Múnich, anunció el presidente del distrito de Alta Baviera, Christoph Hillenbrand.
Durante el pasado fin de semana más de 20 000 migrantes llegaron a Múnich procedentes de Austria. Berlín ha vuelto a pedir a los europeos que actúen ante la peor crisis migratoria en varias décadas en el continente, por lo que las autoridades se están planteando orientar a los refugiados hacia las principales estaciones de otras dos localidades cerca de Múnich -como Leipzig-, dijo Hillenbrand, que alegó que la ciudad bávara ya había alcanzado el límite de capacidad.
Alemania, que prevé la llegada de 800 000 demandantes de asilo este año, anunció el lunes que desbloqueará 6 000 millones de euros (unos 6 690 millones de dólares) en 2016 para afrontar la crisis migratoria.
París se comprometió, por su parte, a acoger a 24 000 refugiados.
La canciller alemana, Angela Merkel, indicó que la acogida de refugiados podría costarle 10 000 millones de euros a su país en 2016, teniendo en cuenta los gastos del Estado federal, de los Estados regionales y de los municipios.
Monarquías del Golfo guardan silencio
Más de cuatro millones de sirios huyeron de la guerra pero las ricas monarquías petroleras del Golfo acogen a muy pocos, lo que suscita críticas y preguntas sobre la solidaridad árabe.
“Los países del Golfo deberían tener vergüenza cuando ven abrirse las puertas de Europa a los refugiados sirios mientras que ellos las cierran todas”, se indigna Abu Mohamed, un sirio de 30 años refugiado en Jordania.
Desde que empezó la actual crisis migratoria se han multiplicado este tipo de comentarios en las redes sociales e incluso dentro de los países del Golfo algunos han criticado el silencio de las autoridades.
“Desgraciadamente, los países ricos del Golfo no han publicado ningún comunicado sobre la crisis y aún menos propuesto una estrategia para ayudar a los migrantes, en su mayoría musulmanes”, lamentaba hace poco un artículo del diario catarí Gulf Times.
Los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, Arabia Saudita, Báhrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Catar) no se quedaron sin embargo de brazos cruzados desde el inicio de la guerra siria en 2011.
Gastaron miles de millones de dólares en ayuda humanitaria para mejorar las condiciones de vida de los cientos de miles de sirios que se agolpan en los campos instalados en los países vecinos (Líbano, Jordania, Turquía).
Pero cuando parte de los refugiados deciden abandonar esos campos para buscar un futuro mejor se orientan hacia los países occidentales, sobre todo europeos, a pesar de los riesgos del viaje.
Alemania es el destino preferido de muchos de ellos aunque los Estados del Golfo también son prósperos, más cercanos geográficamente y comparten más valores culturales y religiosos con su país de origen.
En lo que va de año, 365 000 migrantes y refugiados cruzaron el Mediterráneo y más de 2 700 murieron en sus aguas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
(Con información de AFP)