Cuando las personas hablan de hábitat piensan en un área natural donde viven especies animales rodeadas de vegetación abundante sin la intervención de la mano humana. No obstante, el homo sapiens también vive en un hábitat, el cual ha ido moldeando a su conveniencia a lo largo de varios siglos, aunque actualmente, este hábitat “sintético” está afectando a otros y también a sí mismo.
En este contexto, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instauró desde 1985 el Día Mundial de Hábitat, con la intención de reflexionar sobre la conservación de los pueblos y las ciudades de la humanidad, priorizando el derecho a una vivienda digna y el futuro de los asentamientos humanos.
Este año en particular, el Día Mundial del Hábitat tiene como objetivo reflexionar sobre la sustentabilidad y el manejo de residuos sólidos municipales.
Para esto, la ONU lanzó la campaña con el slogan “Ciudades que gestionan bien los residuos” en concordancia con el objetivo número 11 de la Agenda 2030 Para el Desarrollo Sostenible, el cual propone la creación de comunidades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, buscando la concientización de la situación de los residuos municipales, desarrollar políticas, diálogos y alianzas, promover la creación de soluciones innovativas y movilizar los recursos necesarios para esta situación.
En México, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos (LGPGIR), promulgada en el sexenio del expresidente Vicente Fox, establece en su artículo 10° que “los municipios tienen a su cargo las funciones de manejo integral de residuos sólidos urbanos, que consisten en la recolección, traslado, tratamiento y su disposición final”, mientras que en el artículo 9° se indica que cada entidad federativa autoriza el manejo de los residuos sólidos.
De acuerdo con el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2017 del Inegi, el 90% de los municipios en el país cuenta con un servicio de recolección y disposición final de residuos sólidos, sin embargo, solo el 2% de ellos cuenta con un servicio de tratamiento.
En el caso de Jalisco, 114 de sus municipios (91%) tienen un servicio de recolección y disposición final de residuos, sin embargo, solo 11 de ellos (9%) está habilitado para dar tratamiento a este tipo de residuos. Esta cifra coloca a la entidad en el segundo lugar en tratamiento de residuos.
En Nuevo León, el 8% (sólo cuatro municipios) de los 51 municipios de ese estado tiene un servicio de tratamiento de residuos sólidos, lo cual coloca al estado en el lugar número cinco en el tratamiento de desechos.
En el caso de Guanajuato, también el 4% de los 46 municipios del estado cuenta con un servicio de tratamiento de residuos sólidos, pero esto representa solo a dos municipios del estado, Celaya y Victoria.
Sin embargo, en la mayoría de los estados no se realiza ningún tipo de tratamiento de residuos. Solo por citar algunos casos, en San Luis Potosí, Querétaro y Coahuila, únicamente se cuenta con un servicio de recolección y disposición final de residuos en todos sus municipios, mientras tanto, en el estado de San Luis Potosí, 57 de sus 58 municipios cuenta con este servicio, en el último municipio no cuentan con ningún tipo de servicio de recolección ni tratamiento de residuos, el cual es el municipio de Santa Catarina, lo que es un tema necesario por atender.
San Luis Potosí no es el único estado con municipios que no cuentan con servicios de recolección de basura. El estado que más municipios tiene sin servicios de recolección de basura es Oaxaca: mientras que el 72% de sus municipios (410) cuentan con este servicio, solo uno realiza tratamiento a sus residuos sólidos, pero 155 municipios no realizan ningún tipo de recolección de residuos y otros cuatro no especificaron si lo hacen. En Veracruz, diez municipios no realizan recolección de basura, le siguen Puebla con cinco y Chiapas con cuatro.
El estado que cuenta con más servicios de tratamiento de residuos es la Ciudad de México, ya que todas sus alcaldías cuentan con un servicio de tratamiento de residuos.
Estas cifras reflejan un país que, a pesar de contar con un servicio de recolección, no aprovecha sus residuos para otras actividades, lo cual es muy necesario para tener un hábitat favorable para el desarrollo de la especie, nuestra especie, el Homo Sapiens.