Terminar un matrimonio no tiene por qué ser un proceso largo y tedioso en tribunales… al menos en Reino Unido. El Ministerio de Justicia habilitó este mes el divorcio en línea en Inglaterra y Gales, un servicio que promete rapidez y eficacia.
Los ciudadanos pueden completar la solicitud de divorcio en la plataforma del gobierno británico apoyados por un lenguaje sencillo, guías y orientación para subir los documentos oficiales. El costo del servicio es de 550 libras esterlinas (aproximadamente 750 dólares).
Esta iniciativa surge después de un periodo de prueba en el que se emitieron “más de 1,000 peticiones” en el que 91 de los aplicantes dijeron estar satisfechos con el servicio.
En un comunicado, la justicia del país señala que se dedican 13,000 horas en formularios de divorcio en papel “pero este servicio en línea más simple y menos técnico ya ha contribuido a un descenso del 95% en el número de solicitudes devueltas debido a errores”.
“Permitir que las solicitudes de divorcio se realicen en línea nos ayudará a asegurarnos de que somos los mejores para ayudar a las personas que atraviesan momentos difíciles y dolorosos”, dijo la ministra de Justicia, Lucy Frazer, según el texto.
Además, la funcionaria señaló que con servicios en línea como este se reduce el desperdicio, se aceleran los servicios con seguridad y se adaptan mejor a la vida moderna.
Los cambios son parte de un programa de más de mil millones de dólares para transformar el sistema judicial, “haciéndolo más rápido, más accesible y más fácil de usar para todos”, señala el comunicado.
No obstante, señala The Guardian, esta modernización judicial ha generado preocupación en partes de la profesión legal: más de 250 tribunales han cerrado desde 2010 y desaparecerán 6,500 puestos de trabajo judiciales y judiciales en toda Inglaterra y Gales para 2022.