De 74 muestras de carne tomadas
de carnicerías y mercados de Aguascalientes, ocho fueron de caballo, sin que los expendios lo hicieran expresamente del conocimiento de los consumidores, esto de acuerdo a un estudio realizado por la organización Human
Society International en conjunto con la UNAM.
En el estado visitaron en total
77 establecimientos de venta entre mercados, supermercados, carnicerías y
tianguis, de esos originalmente sólo uno de ellos vendía carne de res y caballo.
Las condiciones sanitarias en el
75% de los lugares se registraron entre excelentes y buenas, y el 80% de los
encuestados dijo no estar interesado en vender carne de caballo principalmente
debido a que no conocen proveedores de este producto, pero tampoco quisieran
incluirlo dentro de su oferta.
De los 77 lugares de
Aguascalientes se obtuvieron 74 muestras, sólo en 4 de ellas informaron que
eran de caballo al momento de entregarlas, aunque los establecimientos no
anunciaban la venta de esta carne.
Una vez realizado el análisis,
del total de muestras, ocho resultaron positivas a carne de caballo, siendo la
carne molida y el bisteck lo que predomina.
A nivel general en los
supermercados no encontraron carne de caballo en ninguna de las muestras
obtenidas, en el resto de establecimientos el primer lugar lo tienen las
carnicerías le sigue el mercado y al final el tianguis. En Aguascalientes, el
primer lugar lo ocupan los mercados y después las carnicerías.
Las muestras de carne de equino
cruda se sometieron a un estudio en el Laboratorio Noxgen en México para
detectar clembuterol.
De acuerdo a la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hay un Límite
Máximo de Residuo de clembuterol que todas las muestras a excepción de dos
sobrepasaron, Aguascalientes sobrepasa este tope por 34%.
Las conclusiones del estudio
determinaron que no existe un interés en el mercado por adquirir carne de
caballo, todavía existe la creencia de que la carne de esta especie es dañina
para la salud y su consumo se asocia con gente de bajos recursos.
En entrevista con Raúl González
Reyes, representante de los industriales de la carne en Aguascalientes
reconoció que el principal problema no es la venta porque no está prohibida en
sí misma, pero sí el hecho de que los vendedores no le informen al consumidor.
“Tienen que decirlo, la venta (de carne de caballo) no está prohibida, lo
prohibido es el engaño”.
Aseguró que de los 500 carniceros
que hay en todo el estado, él reconoce sólo a dos en la capital que
abiertamente anuncian que venden carne de caballo.
Independientemente de la
responsabilidad que conlleva el vendedor, las personas pueden identificar la
carne de caballo por el “bajo” precio. Un kilo de bisteck de res cuesta 140
pesos y hay personas que llegan a comprarlo en 80 pesos; el kilo de carne de
res con hueso y grasa cuesta entre 70 y 74 pesos.
“La falta de liquidez de la gente
o el hecho de no tener un salario bueno, tienen ganas de un pedacito de carne
para comer a gusto y compran lo que hallan”.
del ISSEA aseguró que efectivamente los establecimientos que venden carne deben
anunciar públicamente que expenden carne de caballo, aunque no proporcionaron
información en relación a posibles sanciones o casos irregulares detectados.