Puebla, Pue. Las notas del “Dios Nunca Muere” –himno representativo del estado de Oaxaca- se escucharon en la última morada de monseñor Rosendo Huesca y Pacheco, quien falleció el sábado pasado a la edad de 85 años.
Tras la realización de una misa de cuerpo presente en el Seminario Palafoxiano, cuya ceremonia la encabezó el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, el féretro de Huescay Pacheco fue trasladado para su cremación y posteriormente depositado en la cripta de los obispos de la Catedral de Puebla donde descansará para siempre.
En la homilía, la máxima autoridad católica de México, le dio la bendición al originario de Ejutla de Crespo, Oaxaca, quien fue obispo de Puebla por 40 años; de los cuales, 32 años fueron en activo.
Al “último adiós”, también asistieron los obispos de Ecatepec, Estado de México, Cuautla, Morelos, Tlaxcala y de Puebla, así como sacerdotes, seminaristas, religiosas y feligreses.
En la homilía, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, recordó el legado que deja Huesca y Pacheco, quien siempre buscó lo mejor para la sociedad poblana, cuyas obras mássignificativas fueron la creación del Banco de Alimentos, así comoCáritas y la organización de la visita del Papa Juan Pablo Segundo en 1979.
Así, con banda de música tradicional del estado de Oaxaca, se despidió al séptimo arzobispo de Puebla.