Donald Trump reculó en su decir que confía en la palabra del presidente ruso, Vladimir Putin, de que su país no interfirió en las elecciones estadounidenses de 2016 y aseguró que confía en la información de las agencias estadounidenses como la CIA, que ha determinado que el Kremlin jugó un papel importante en los comicios presidenciales de 2016 la Unión Americana.
El presidente de Estados Unidos destacó este fin de semana los desmentidos de su homólogo ruso, Vladimir Putin, sobre las acusaciones de injerencia rusa en la campaña electoral de Estados Unidos, dando a entender que lo considera sincero. Putin “me dijo que de ninguna manera se había entrometido en nuestras elecciones”, dijo Trump a los periodistas que lo acompañaban en el avión presidencial Air Force One. “Realmente creo que si me dice esto es que lo dice de verdad”, añadió.
Según Putin, se trata de “fantasías”. “Todo lo que está vinculado al supuesto caso de injerencia rusa en Estados Unidos es la prueba de la lucha política interna en ese país”, dijo.
Las declaraciones de Trump causaron un torbellino en Washington, sobre todo porque los jefes de los servicios de inteligencia estadounidenses afirmaron ante el Congreso que Rusia había intentado influenciar la campaña presidencial para favorecer a Trump. El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, de hecho, mantuvo el sábado sus acusaciones sobre la injerencia de Moscú en la campaña electoral de Estados Unidos.
Sin embargo, Trump dio un paso atrás y declaró que él nunca dijo que le creyó o no al presidente ruso, Vladimir Putin. “Lo que yo dije, y me sorprende que siga habiendo un conflicto en esto, lo que dije es que creía que [Putin] lo cree (…) Yo creo que él cree que ni él ni Rusia interfirieron en las elecciones”, explicó el mandatario estadunidense.
“Sobre si yo creo o no, yo estoy con nuestra agencia. Yo creo en la información de nuestras agencias”, enfatizó a la prensa.
Pese a ello, el sábado Trump arremetió contra los antiguos directivos de las agencias de inteligencia estadounidenses, John Brennan y James Clapper, a quienes llamó “hackers políticos”. También dijo que el ex director del FBI, James Comey, despedido en mayo ante las crecientes presiones por la investigación sobre la injerencia de Moscú en la campaña, era “un mentiroso”, y reiteró que Putin rechazó de manera “vehemente” cualquier intromisión.
Brennan y Clapper devolvieron el golpe el domingo, y describieron la tibia respuesta de Trump a la supuesta intromisión rusa como un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Considerando la fuente de la crítica, creo que esa crítica como una medalla de honor”, dijo John Brennan, exjefe de la CIA, en un programa de CNN donde apareció junto al exdirector nacional de inteligencia James Clapper.
“Me parece particularmente reprensible que en el Día de los Veteranos Donald Trump ataque y ponga en duda la integridad y el carácter de Jim Clapper, que vistió el uniforme por 35 años”, indicó Brennan. “Pienso que es algo de lo que Trump debería avergonzarse”, añadió.
“Putin esta determinado a debilitar nuestro sistema, nuestra democracia y nuestro todo nuestro proceso”, dijo Clapper. “Y tratar de pintarlo de cualquier otra manera es, creo, increíble, y, de hecho, representa un peligro para este país”.