No todos nos parecemos a nuestras fotografías (como han descubierto quienes hacen citas en línea). De hecho, una de las quejas más comunes entre los usuarios de Tinder son las personas que en nada se parecen a la imagen de sus perfiles o que lucen diferentes en todas sus fotos. La comunidad en línea Reddit tiene threads repletos de solteros pidiendo consejos sobre qué hacer cuando una cita no es lo que se espera. Y aunque muchos suelen atribuir este problema al catfishing (personas que crean perfiles falsos), un nuevo estudio ofrece una explicación que pretende aclarar por qué algunas personas no siempre tienen el mismo aspecto físico.
Investigadores de la Universidad de Bristol, Inglaterra, decidieron estudiar cómo es que las distintas expresiones faciales influyen en la manera como visualizamos a los demás. Para el experimento, el equipo creó paquetes de tarjetas, cada cual con un rostro neutro, inexpresivo o altamente expresivo. A continuación, los voluntarios separaron los paquetes formando montones, de manera que cada montón representara a una persona.
Y el equipo halló que muchos voluntarios no pudieron detectar las diferencias de expresión.
“Aunque solo había dos rostros diferentes en los paquetes, las personas tendían a pensar que había más; en promedio, entre cinco y ocho rostros”, dijo Annabelle Redfern, coautora del estudio.
Es más, cuando las fotos reflejaban expresiones, los participantes ni siquiera pudieron identificar cuántas personas estaban representadas en las tarjetas.
“En cambio, cuando los rostros eran inexpresivos, los voluntarios cometieron otro tipo de error: confundieron las identidades, y tuvieron más probabilidades de colocar juntas las fotos de los dos rostros, como si fueran de la misma persona”, agregó Redfern.
Además de la manera como nuestra mente procesa las imágenes, hay otro factor que modifica nuestro aspecto: la manía de los selfies. El Dr. Daniel Baker, profesor de psicología en la Universidad de York, Inglaterra, analizó este tema en una entrada de un blog. Baker explica que las fotografías con gran acercamiento distorsionan nuestros rasgos faciales, y lo demuestra con cinco fotos hechas a distintas distancias.
Desde una distancia de unos 2 metros, el rostro de Baker parece aplanado. Con un acercamiento a una distancia de solo 20 centímetros de la cámara, la nariz del profesor se agranda. Baker calcula que una distancia de unos 40 centímetros corresponde a la imagen que él tiene de sí. Sin embargo, señala que los fotógrafos suelen hacer retratos desde distancias focales más largas –de aproximadamente 85 centímetros- para producir una imagen natural y favorecedora.
Para lograr las mejores fotos, Andy Speer, modelo de la revistaMen’s Health, dice que el secreto estriba en tres trucos muy simples: posar el cuerpo en ángulo, bajar la barbilla, y “reír para tus adentros”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek