Adam Reid tuvo una cruda emocional el 9 de noviembre del año pasado. Mientras luchaba con la noticia de que Donald Trump había derrotado a Hillary Clinton y cayó en cuenta de que Trump y Mike Pence entrarían a la Casa Blanca en cuestión de semanas, él sintió profundas punzadas de nostalgia prematura por Barack Obama y Joe Biden.
“Pienso que muchos de nosotros queríamos una máquina del tiempo el 9 de noviembre. Era como un accidente automovilístico”, dice Reid, un director y guionista quien cofundó la compañía productora y agencia Bodega Studios. Él ha hecho comerciales de M&M y Lean Cuisine, así como el largometrajeHello Lonesome. Él añoraba el “bromance, la comodidad y la personalidad de Obama y Biden”, e imaginó un dúo animado que podía viajar por el tiempo —así como la aventuraViajeros en el tiempo de la década de 1980— para descifrar cómo salieron mal las cosas y tratar de corregirlas.
El concepto de Barry & Joe se formó completamente el día después que la elección de 2016 conmocionó a los observadores de toda índole política. Pero Reid dice que se sintió, al momento, como una “marihuanada”. La dejó de lado.
Lo que se sintió como una reacción desmedida en noviembre ya no se sentía así este verano, cuando Reid decidió ver si tal vez no era el único que extrañaba a Obama y Biden lo suficiente para querer convertirlos en héroes de una caricatura de viajes en el tiempo. A principios de agosto, él lanzó una campaña de Kickstarter para tratar de recaudar $100,000 dólares para hacer una apertura del programa y un piloto. El proyecto fue financiado con un poco de dinero extra (para un total de $107, 904 dólares) el 31 de agosto.
“Ahora en realidad puedo ir adelante y hacer esta hermosura”, dice Reid. Tras la inauguración de Trump, Biden saltará al pasado y tratará de reclutar a Obama —quien solía ser llamado “Barry”, de allí el nombre de la serie— una y otra vez.
La primera excursión posiblemente sea a Hawái, donde un Biden de 35 años de edad, quien sabe lo que depara el futuro, se acercará a un Obama adolescente, quien no lo sabe, para tratar de ganarse su confianza y convencerlo de ayudarle a salvar el mundo. Replanteará la historia de su bromance, combinando la “especie de naturaleza apasionada, volcánica y sensible de Joe” y la “elocuencia, gracia y seguridad en sí mismo de Barack”. Cada episodio de aproximadamente 11 minutos será independiente, pero los bordes se conectarán.
Reid visualiza a otra figura popular, aunque no política, como el guía de esta aventura de viajes en el tiempo: Neil deGrasse Tyson. “Él trae consigo tanta cordura y razón”, dice Reid, llamando a DeGrasse Tyson como “uno de muchos paladines de la humanidad, la ciencia y la lógica. Nuestra supervivencia como país y como mundo depende de profesores y comunicadores como él”.
Reid sueña con tener a DeGrasse Tyson interpretándose a sí mismo y, en un mundo perfecto, contrataría a Jordan Peele y Chris Pratt para darles voz a Obama y Biden, respectivamente, pero todavía no se los ha pedido.
El programa no está pensado como una historia alterna, sino como una ventana a las historias reales de figuras como Obama y Biden, así como de la sociedad estadounidense. Como tal, Reid no tiene la intención de evitar verdades desagradables y problemas difíciles del pasado de EE UU, incluidos el racismo y el sexismo. Pero la serie también sostendrá el concepto clásico de los viajes en el tiempo donde alterar un detalle pequeño del pasado puede cambiar radicalmente la manera en que se desarrolla el futuro. En este caso, podría poner en peligro la elección histórica de Obama como el primer presidente negro de EE UU.
Toda caricatura de aventuras necesita de un villano. Como está planeada actualmenteBarry & Joe, los espectadores nunca verán el rostro de Trump, solo una “diminuta mano anaranjada”, dice Reid. Él explica que ha diseñado al 45º presidente de EE UU con base en villanos ocultos como Ernst Stavro Blofeld, el supervillano de las películas de Bond quien al principio nunca es mostrado totalmente, solo una mano acariciando un gato, o como el Dr. Garra enInspector Gadget.
Sin embargo, “la verdad es que el programa no se trata de él. Ni siquiera se trata de demoler su personalidad y asesinar su marca”, dice Reid sobre Trump. “Él es una nota al pie en nuestra serie. Él no es en realidad el villano más grande, aun cuando regrese una y otra vez. Esto se trata más de nosotros contra la humanidad. Trump es solo un síntoma”.
Además, “minimizarlo se me facilita”, dice él. “No quiero verlo tener aventuras. En verdad, no tengo ningún interés en ver su cara más de lo necesario”.
Reid no puede decir todavía si o cuando esta “orgía ridícula de ciencia ficción para nerds” se estrenará. Podría producirla él mismo, pero él espera hallar una compañía productora y un equipo con los cuales trabajar para hacerla más grande y mejor de lo que él podría por su cuenta, y para ayudarlo a acceder a una plataforma popular de transmisión en línea o de cable.
El programa podrá sonar como una cámara de eco partidista con la apariencia de una aventura animada de viajes en el tiempo, y en cierta forma, Reid concede que es un “sueño húmedo liberal”. Él sabe que la premisa de la serie “podría hacer que alguien en la derecha del espectro político quiera vomitar”, escribió él en sus Preguntas Frecuentes de Kickstarter (ahora también en la sección de Preguntas Frecuentes de un nuevo sitio web lanzado después de que el proyecto fue financiado). “No puedo cambiar eso. También creo realmente que cualquiera que lo vea también verá que estamos burlándonos de nosotros mismos, la izquierda, mucho más que de la derecha. Y ESO es algo que hemos olvidado cómo hacer en la era de Trump”.
Y aun cuando el programa está construido sobre la idea de que Obama y Biden podrían ser capaces de regresar en el tiempo y arreglar las cosas, Reid no está convencido de que algo debería cambiarse realmente. “El humanista en mí empieza a hacer las paces con el hecho de que tal vez en realidad no queremos cambiar el pasado”, dice Reid. “Nos hace ser quienes somos”.