La gran comunidad latina de Texas mira con preocupación después de que 200 agentes inmigratorios del gobierno fueron desplegados para asistir en las acciones de búsqueda y rescate tras el huracán Harvey esta semana.
“Me preocupa que los agentes de la autoridad inmigratoria vayan a aumentar el miedo y tengan un efecto escalofriante en la gente que busca ayuda”, dijo Efrén Olivares, un abogado del Proyecto de Derechos Civiles de Texas.
Después de la tormenta catastrófica, el alcalde de Houston, Sylvester Turner, apareció el lunes para disipar los rumores de que los inmigrantes indocumentados serían cercados o se les preguntaría su condición inmigratoria en refugios por el huracán.
“Si alguien viene y solicita ayuda y entonces por alguna razón [alguien] trata de deportarlo, yo mismo lo representaré”, dijo Turner, un abogado.
“Hubo rumores de que si la gente llamaba para ser rescatada de casas inundadas, se les preguntaría su condición migratoria”, dijo Olivares, cuya organización sin fines de lucro toma casos de derechos humanos como los de los inmigrantes indocumentados. “La gente tenía miedo, por lo que el jefe de policía, el alcalde, el alguacil, dijeron que nadie iba a preguntártelo, eres libre de acercarte sin in importar tu condición migratoria”.
Esos mensajes fueron eclipsados, dijo él, por un anuncio el miércoles de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE UU (ICE, por sus siglas en inglés) ha desplegado cientos de agentes de la autoridad inmigratoria para “dar seguridad a los equipos de búsqueda y rescate” y “asistir en las operaciones de búsqueda y rescate en el sureste de Texas en respuesta al huracán Harvey”.
“Tener agentes de la ICE aquí, aun cuando entiendo la necesidad de personal adicional y más gente ayudando”, podría impedir que algunos busquen ayuda, dijo Olivares. “Hay una escasez de enfermeras en un par de refugios. Se necesita personal médico que asista justo ahora, no agentes de la autoridad inmigratoria”.
Houston tiene la tercera concentración más alta de inmigrantes indocumentados en EE UU, detrás de la Ciudad de Nueva York y Los Ángeles, según cifras recientes del Centro de Investigación Pew. Casi 600,000 inmigrantes indocumentados viven en la región.
Muchos de ellos también están nerviosos después de que el ICE advirtió sobre “reportes perturbadores de que personas haciéndose pasar” por funcionarios del ICE estaban “llamando a las puertas en el área de Houston diciéndoles a los residentes que evacuaran”, dijo Olivares. El objetivo del timo, dijo el ICE, es “robar los hogares vacíos”.
Esta semana, NPR entrevistó a un inmigrante indocumentado en Houston, identificado solo como Arnulfo, quien dijo que tiene miedo de ir a la tienda por provisiones o llamar a rescate porque le preocupa ser arrestado y deportado a San Luis Potosí, México.
La tormenta se dio en medio de una intensificación en las medidas enérgicas del gobierno federal contra la inmigración ilegal en la administración de Trump. Con una nueva demanda legal pendiente, el jueves un juez federal en San Antonio bloqueó temporalmente una nueva ley en Texas que le permitiría a cualquier oficial de policía revisar la condición inmigratoria de la gente que es detenida.
El mismo día, el Departamento de Justicia anunció que Mark Dawson, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) del ICE, será parte de un equipo que combatirá la actividad ilegal durante el huracán Harvey.
“Tengan por seguro que HSI, en coordinación con nuestros compañeros de otras ramas de la autoridad, llevarán sus recursos investigativos para ponerle un alto a quienes busquen aprovecharse de esta situación para su ganancia personal e ilegal”, dijo el Departamento de Justicia en una declaración.
En su anuncio de que está desplegando agentes en Texas para ayudar en las secuelas de la tormenta, el ICE insistió en que sus agentes inmigratorios no van a llevar a cabo “operaciones de autoridad inmigratoria” en sitios de evacuación, refugios o bancos de alimentos.
Pero su sola presencia, dijo Olivares, lleva a “situaciones como lo que está pasando en Houston, donde la gente tiene miedo de pedir ayuda porque piensan que podrían ser deportados”.
“En vez de enfocarse en las necesidades reales y urgentes de seguridad pública y la emergencia”, dijo él, “ellos todavía están enfocándose en la situación inmigratoria, aparentemente”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek