La mayoría de los veganos se complace en enumerar las razones por las que una dieta de vegetales es superior a la de un carnívoro. Abstenerte de comer productos animales reduce tu huella de carbono, disminuye el riesgo de cáncer y enfermedades crónicas, previene la crueldad animal, y te da una excusa para preparar un postre fabuloso.
Pero hay algo que tal vez no esté incluido en la lista del vegano promedio, y es que esta dieta restrictiva mejora la calidad de tu popó, o al menos eso asegura la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés). El mes pasado, la entidad emitió un llamado para que más veganos sanos consideren convertirse en superdonadores de heces (es decir, proporcionen especímenes de manera regular) con la finalidad de satisfacer una demanda creciente, pues ahora resulta que un trasplante de microbiota fecal se considera la mejor manera de tratar infecciones recurrentes por Clostridium difficile y otras enfermedades gastrointestinales potencialmente mortales. Para el procedimiento —aún en etapa experimental—, se trasplantan heces de una persona sana al intestino de un paciente enfermo, bien en forma de píldora o mediante colonoscopia.
Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine halló que 81 por ciento de los pacientes con C. difficile que se sometían al trasplante podían recuperarse completamente de su enfermedad. Investigaciones posteriores han demostrado que la tasa de curación, luego de practicar trasplantes de seguimiento, podría ser incluso más elevada: hasta 90 por ciento.
El problema es que es muy difícil encontrar heces de buena calidad, y los bancos de heces, como OpenBiome y Advancing Bio, son mucho más selectivos que los bancos de sangre convencionales. PETA sugiere que consumir frutas y verduras como fuente principal de sustento favorece un microbioma con mayor diversidad. Se refiere al complejo ecosistema de bacterias que viven en tus intestinos y en casi cada rincón de tu cuerpo. Muchas de ellas —y si tenemos suerte, la mayoría— son benéficas para la salud; es más, algunos de esos microbios son, incluso, necesarios para las funciones normales del organismo, como el sistema inmunológico.
Cada vez más investigaciones sugieren que los individuos con microbiomas más diversos tienden a ser más saludables. Y los científicos han identificado un nexo entre ciertos perfiles bacterianos intestinales y casi cualquier padecimiento médico crónico, desde colitis ulcerativa y autismo hasta alergias comunes, depresión y algunos cánceres. Pero hacen falta más investigaciones, razón por la que hay gran demanda de personas con microbiomas saludables.
Antes de lanzar su campaña solicitando heces, PETA consultó con un gastroenterólogo, quien afirmó que “los alimentos de origen vegetal con alto contenido de fibra, como los que consumen los veganos, pueden incrementar el desarrollo de la flora intestinal saludable y crear una microbiota fecal saludable para trasplantes, la cual puede ayudar a los individuos que sufren de trastornos gastrointestinales”, dijo Moira Colley, portavoz de PETA, en entrevista con Newsweek.
VERTEDERO: La creciente popularidad de los trasplantes de
microbiota fecal ha creado un mercado de venta para quienes producen lo que
algunos llaman “superpopó”. FOTO: PETER DAZELEY/GETTY
PETA también espera que, al conferir a los veganos la condición de superdonadores, se aliente a los carnívoros a abandonar la carne por los hongos portobello. “PETA se sentirá muy satisfecha si los carnívoros, habitualmente constipados, abandonan el inodoro y dan una oportunidad al veganismo”, añadió Colley. “Todos los que hagan el cambio salvarán a más de cien animales al año, y también su propia vida”.
El trasplante fecal todavía no ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). No obstante, como ha demostrado gran eficacia para el tratamiento de la C. difficile, la FDA ha autorizado que los médicos la utilicen bajo sus “lineamientos de discrecionalidad de aplicación” en pacientes con infecciones por C. difficile que no respondan a las terapias estándar. En esencia, esto significa que la FDA no sancionará a los médicos que realicen trasplantes fecales, a condición de que sus pacientes firmen un consentimiento informado. Con todo, el año pasado, la FDA decidió aumentar las restricciones para limitar el procedimiento solo a los hospitales grandes.
Zain Kassam, director médico de OpenBiome, se muestra escéptico ante la recomendación de PETA. La dieta, ciertamente, tiene relación con la calidad de las heces de una persona, mas no es el factor decisivo para determinar si confieren al individuo el estatus de superdonador. “No importa si eres un abogado vegano de 34 años y amante de las lentejas o un universitario de 22 años que anhela una buena hamburguesa. OpenBiome da la bienvenida a todos los donadores sanos en la lucha contra la C. difficile”, dijo a Newsweek.
OpenBiome, a veces llamada la “Cruz Roja del popó”, recluta y selecciona donadores de heces y, luego, filtra y congela la materia prima para uso médico. Un superdonador debe reunir una larga lista de requisitos, y Kassam explica que están llevándose a cabo investigaciones para esclarecer mejor la “magia medicinal” de los desechos humanos. “Nuestros estudios y otras investigaciones sobre el tratamiento de la C. difficile sugieren que todos los donadores sanos son superdonadores”, informa. “En cuanto a otras enfermedades, como colitis ulcerativa, los estudios preliminares apuntan a que puede haber ciertos donadores que resultan más adecuados. Sin embargo, no se ha determinado qué hace que un donador funcione y otro no”.
En 2015, realizó un estudio con el que demostró cuán difícil es encontrar donadores adecuados. En un fondo de 459 personas, solo 27 superaron las evaluaciones clínicas y pudieron entregar muestras de heces para un análisis más extenso. El estudio que Kassam llevó a cabo el año siguiente analizó las dietas de los donadores OpenBiome y las comparó con la dieta promedio de casi 5,000 estadounidenses. Es probable que la gente de PETA se decepcione al conocer los resultados: “Más allá de un pequeño incremento en la cantidad de fibra, la dieta de los donadores de heces de OpenBiome es, eminentemente, la misma que la del estadounidense promedio”.