EL LEGENDARIO galerista Alexander Iolas organizó la primera exposición individual de Andy Warhol en Nueva York, en 1952. El curador, de ascendencia egipcia, era propietario de una villa en Atenas, Grecia, y coleccionaba pinturas, esculturas, cerámica y personas. “Tenía miedo a estar solo”, dice William E. Jones, quien fue invitado a la villa en el verano de 1982, cuando era estudiante de primer año en Yale (era compañero de clase de la sobrina nieta del galerista).
Iolas dio la bienvenida a su joven visitante desde una cama flanqueada por dos caballos de bronce. Jones recuerda que la atmósfera de la casa era bastante siniestra: “Tenía miedo de que estuviera ocurriendo algo que no fuera estrictamente legal”. Sin embargo, aquel verano inspiró a Jones a convertirse en artista, el galardonado cineasta y fotógrafo experimental que es actualmente.
Un día en la villa, mientras Iolas estaba fuera, Jones fotografió el contenido del lugar. Las obras más valiosas ya habían sido vendidas; el cineasta dice que sintió como si estuviera documentando el final de algo, pero todavía había algunas piezas como estas ovejas de François-Xavier y Claude Lalanne, una obra abstracta de Pierre Soulages y varias piezas de arte decorativo de Marruecos. Iolas murió poco después, en 1987, y la villa fue saqueada.
“Cuando vi las consecuencias del saqueo”, dice Jones, “me puse físicamente enfermo”. Estas fotografías registran su estado prístino: la tumba de Tutankamón como la encontró Howard Carter cuando entró por primera vez. “Es cierto”, dice Jones. “Me he convertido en un arqueólogo”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek