Dos de los principales líderes de la oposición venezolana, quienes se encontraban en arresto domiciliario, fueron detenidos la madrugada del martes tras sus fervientes llamados a no votar la Asamblea Constituyente del presidente Nicolás Maduro y trasladados a la prisión de Ramo Verde.
Leopoldo López y Antonio Ledezma fueron detenidos por agentes del servicio de inteligencia (Sebin), indicaron sus familiares en Twitter, que dijeron desconocer la cárcel donde fueron trasladados e hicieron responsable Maduro de la vida de ambos.
Ambos líderes opositores hicieron en los últimos días llamados a no votar el pasado domingo en la elección de la polémica Asamblea Constituyente, convocada por Maduro y desconocida por la oposición y por una decena de gobiernos, entre ellos Estados Unidos y España.
El Tribunal Supremo de Justicia informó que recibió por fuentes de inteligencia oficial, información que daban cuenta de un plan de fuga de López y Ledezma, “por lo cual y con la urgencia del caso, se activaron los procedimientos de resguardo correspondientes”.
La corte dijo que las condiciones impuestas a López no le permitían realizar ningún tipo de proselitismo político, “esto en razón de la Sentencia Definitivamente Firme que pesa en su contra, la cual tiene como pena accesoria su inhabilitación política por el tiempo que dure la pena impuesta”.
López, de 46 años, había sido puesto bajo detención domiciliaria el 8 de julio tras tres años y cinco meses en la cárcel militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, donde cumplía una condena de casi 14 años, acusado de instigar a la violencia en las protestas contra Maduro de 2014, que dejaron 43 fallecidos.
Por su parte, Ledezma, de 62 años, fue detenido en febrero de 2015, acusado de conspiración y asociación para delinquir. Tres meses después obtuvo el beneficio del arresto domiciliario por razones de salud, luego de ser operado de una hernia inguinal.
La Constituyente será instalada este miércoles, para cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a una marcha en Caracas, a fin de denunciar su “ilegitimidad”.
La coalición opositora consideró un fraude el resultado oficial de ocho millones de votantes, en tanto que Maduro lo calificó de “triunfo histórico.
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(Con información de AFP)