Jessica Sevilla Pedraza es una de las últimas víctimas de la violencia feminicida que asola al Estado de México, entidad que ha declarado Alerta de Género en 11 de sus municipios. La médico de profesión fue reportada como desaparecida el pasado viernes cuatro de agosto y hallada un día después sin vida en un paraje del municipio de Huixquilucan.
Jessica, madre de un menor de un año, fue vista con vida por última en la gasolinera del poblado de San Antonio, en el municipio de Xonacatlán. Juana Pedroza, madre de la joven de 29 años, relató al sitio Animal Político que las autoridades se negaron a investigar la desaparición de inmediato, a pesar de contar con un testigo que fue secuestrado junto con Jessica y agredido por los raptores.
Los familiares y amigos de la joven doctor iniciaron una búsqueda a través de redes sociales. Un día después, el sábado, vecinos de la comunidad de El Hielo, en Huixquilucan, encontraron a la joven muerta, con rastros de tortura y degollada. La madre de la joven ha denunciado ante la prensa que ninguna autoridad se le ha acercado.
La Fiscalía mexiquense ha asegurado que la doctora no fue decapitada. El director de comunicación social de la dependencia, Claudio Barrera Vargas, ha asegurado que los peritajes señalan que Jessica murió al recibir un impacto de arma de fuego y que fue la fauna del lugar la que realizó el desprendimiento de la cabeza de la joven y la que provocó las lesiones como la registrada en uno de sus brazos.
Los familiares de la doctora han manifestado su indignación en más de una ocasión y han exigido a la fiscalía mexiquense el esclarecimiento del asesinato. En paralelo médicos y amigos le han rendido honor mediante redes sociales y han exhortado a las autoridades encargarse de la manutención de su hijo.
El caso de Jessica se suma al de otras mujeres y niñas cuyos asesinatos han sido ampliamente difundidos por la prensa. Uno de ellos fue el de Valeria, una menor de 11 años, que fue encontrado sin vida en una combi en Nezahualcóyotl con rastros de violencia sexual. Su caso originó tal conmoción que la ruta a la que pertenecí la furgoneta en donde fue localizada sin vida fue suspendida. Su presunto asesino fue detenido y recluido en un penal estatal en donde se suicidó.
En el Estado de México de 2005 a 2014, de acuerdo con el informe del grupo de investigación y el gobierno local, se cometieron 933 feminicidios, se presentaron 4,281 reportes de desaparición de mujeres de las cuales 95 fueron encontradas asesinadas y 1,554 siguen desaparecidas.
Los mismos datos oficiales indican que en lo que va del año se han iniciado 33 carpetas de investigación por estos delitos. Sin embargo, el Observatorio Ciudadano del Feminicidio en el Estado de México tiene otras cifras, tan solo en 2017 han registrado 155 muertes violentas de mujeres que deben ser investigadas como feminicidios.