No es fácil acceder a la atención médica en Tanzania, país de África oriental. Solo hay 0.03 médicos por cada 1,000 personas, y apenas 5,640 instalaciones de salud atienden a una población de 56 millones de habitantes. Esto significa que es muy difícil alcanzar a las personas que necesitan tratamiento para enfermedades como VIH, la principal causa de muerte en Tanzania.
No obstante, una compañía de drones de California está colaborando para resolver este problema. En 2018, Tanzania lanzará la mayor red nacional de distribución con drones en el mundo, la cual contará con 120 drones que harán hasta 2,000 entregas diarias de sangre, vacunas y medicamentos.
El proyecto está ideado como una sociedad con Zipline, compañía de California que diseña y opera redes de distribución con drones. En octubre de 2016, Zipline lanzó un proyecto parecido en Ruanda y hasta ahora, sus drones han realizado 1,400 vuelos, entregando 2,600 unidades de sangre en hospitales y clínicas.
Keller Rinuado, director ejecutivo de la compañía, dijo a Newsweek que la idea de utilizar una red de drones para distribuir suministros médicos surgió en 2014, durante una reunión que sostuvo con un estudiante tanzano. El estudiante había diseñado un sistema de alertas vía teléfono móvil, con el cual los trabajadores de salud podían enviar mensajes de texto solicitando medicamentos y vacunas de emergencia. Sin embargo, el gobierno no tenía manera de responder a las peticiones y entregar los suministros.
Un médico hace una prueba para detección de paludismo en el Hospital Ithani-Asheri de Arusha, Tanzania, el 11 de mayo de 1016.
“Nuestro objetivo es eliminar por completo el desabasto, [un problema] que ha sido uno de los principales desafíos para la salud pública global durante los últimos 50 años”, explicó Rinuado, en entrevista conNewsweek.
La red iniciará con cuatro centros de distribución localizados en Dodoma, la capital tanzana. Cada centro dispondrá de 30 drones, cada uno con capacidad para transportar 1.5 kilogramos de carga, hacer viajes redondos de unos 160 kilómetros, y volar a una velocidad aproximada de 112 kilómetros por hora.
Una vez que los drones sobrevuelen su destino, se aproximarán a tierra y soltarán los suministros en un punto designado. La red se usará para distribuir vacunas de emergencia, medicamentos contra VIH y paludismo, transfusiones sanguíneas y suministros médicos como catéteres intravenosos.
Laurean Bwanakunu, el director general del departamento de reservas médicas, dijo que la red de drones podría servir para superar muchas dificultades, incluidas la demanda inesperada y el mal clima. “Usar los drones para entregas ‘justo a tiempo’ permitirá que las instalaciones de salud tengan acceso completo a productos médicos vitales, no obstante las circunstancias”, dijo Bwanakunu.
De primera instancia, Zipline ha lanzado sus servicios en países como Ruanda y Tanzania, pues los reglamentos para drones voladores son menos restrictivos que en Estados Unidos, donde los reglamentos de la Administración Federal de Aviación establecen que los drones que pesan menos de 25 kilogramos y se utilizan para fines comerciales deben permanecer dentro de la línea visual del piloto y solo pueden operarse en horario diurno o bien, durante el crepúsculo, a condición de que el dron tenga luces de emergencia.
Con anterioridad, Zipline dijo que el éxito del proyecto en Ruanda podría servir como evidencia para iniciativas parecidas en Estados Unidos. Entrevistado porRecode para un podcast divulgado a principios de 2017, Rinuado manifestó su esperanza de que el gobierno de Estados Unidos esté “observando lo que sucede en Ruanda y se entusiasme”.
Por último, Rinuado insinuó también que su compañía está teniendo logros en un intento para implementar proyectos similares en Estados Unidos. “Pronto habrá noticias emocionantes en este sentido”, confió a Newsweek.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek