La Inteligencia Artificial (IA) suscitó la discusión entre dos de los más importantes empresarios de Sillicon Valley. Mark Zuckerberg, el dueño de Facebook y Elon Musk, el fundador de Tesla y SpaceX, han debatido públicamente sobre los potenciales problemas y los ambiciosos beneficios que esta tecnología podría traer a la humanidad.
En una conferencia a mediado de julio ante los gobernadores de Estados Unidos, Musk señaló que “la inteligencia artificial es el principal riesgo que corre nuestra civilización” por lo cual indicó que “la gente debería estar muy preocupada”.
El empresario destacó la importancia de una “regulación” preventiva sobre este tema, antes de que el desarrollo se adelante a la legislación y comentó algunos peligros como “robots matando a gente por la calle” o “desencadenando guerras manipulando la información”.
La inteligencia artificial a la que se refiere Musk es esa que podría utilizar alguna entidad superinteligente y no a la que actualmente utilizan las empresas de tecnología para realizar sus actividades diarias.
Sin embargo, Mark Zuckerberg dijo en una transmisión en vivo que los comentarios de Musk eran irresponsables, y que él era optimista porque en los próximos cinco o diez años “la IA permitirá aportar mejoras a nuestras vidas”.
“Creo que las personas con una visión tan negativa tratan siempre de exponer casos apocalípticos”, añadió Zuckerberg a sus seguidores.
Musk, usuario recurrente de Twitter, respondió a los comentarios de Zuckerberg a través de su cuenta personal al afirmar que “su comprensión del tema es limitada”.
Este debate se da cuando los gigantes de Silicon Valley están invirtiendo masivamente en inteligencia artificial, incluidas las empresas de Musk y Zuckerberg.
Facebook usa normalmente este tipo de herramienta para evaluar los contenidos problemáticos de la red social y trabaja con ingenieros especializados en dicha disciplina para desarrollar proyectos futuristas, como la comunicación por el pensamiento
No es la primera vez que Musk manifiesta sus dudas sobre la inteligencia artificial por miedo a que se vuelva contra los humanos. También ha participado en la creación de un centro de investigación para desarrollar una inteligencia artificial “humana”.
A finales de marzo anunció la fundación de una nueva sociedad llamada Neuralink, dedicada a la interfaz cerebro-ordenador.