El gobierno mexicano y su contraparte estadounidense firmaron el nuevo acuerdo azucarero que regula la entrada de azúcar mexicana al mercado de Estados Unidos y define el volumen máximo a exportar además del precio y la calidad.
Wilburt Ross, secretario de Comercio estadounidense y Juan Carlos Baker, el subsecretario de Comercio Exterior de México en conjunto con el presidente Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera, Juan Cortina Gallardo, concretaron las modificaciones para la exportación del producto.
Debido a este acuerdo los porcentajes aceptados por Estados Unidos pasarán a ser de 30% refinado y 70% crudo y no se gravará el azúcar nacional que se le había impuesto por incurrir en dumping, ni otro por encontrarse subsidios hace tres años.
En un comunicado, la Secretaría de Economía señaló que este convenio permite a México “mantener su posición privilegiada como principal exportador de azúcar al mercado de Estados Unidos, y al mismo tiempo garantizan volúmenes de exportación similares a los que el país venía exportando desde que se liberalizó el acceso en 2008”.
Cualquier necesidad adicional de azúcar, detalla la dependencia, será ofrecida en primera instancia a los productores mexicanos, “y solamente en caso de que México no cuente con volúmenes suficientes” se abrirá a un tercer país.
Por su parte, el Departamento de Comercio emitió un comunicado señaló que los acuerdos asegurarán la estabilidad en el mercado de azúcar de los Estados Unidos.
El secretario estadounidense de Comercio expresó el 6 de junio que los dos países alcanzaron “un nuevo acuerdo de principio que suspende las medidas antidumping contra las importaciones del azúcar mexicano”.
Ross dijo que era “lamentablemente” los productores azucareros estadounidenses “aún no pueden apoyar este acuerdo”, pero estimó que la confirmación plena del entendimiento anunciado este martes era una “cuestión de días”.
Los productores azucareros estadounidenses habían sido el origen del reclamo, por considerar que México estaba subsidiando el azúcar de su país para poder colocar el producto en Estados Unidos a precios inferiores a los de mercado.
En 2016 México llegó a vender 1.1 millón de toneladas de azúcar a Estados Unidos, y en contrapartida abrió su propio mercado a la fructosa de maíz, utilizada fundamentalmente como edulcorante para bebidas.