Con seis gobernadores en fila desde 1989, el PAN se acerca a tres décadas de gobernar Baja California. Aquella institución de oposición al partido-régimen que dirigía a México, hoy gobierna bajo acusaciones de corrupción, inseguridad, falta de transparencia y una lucha interna por el poder, en el primer estado que le abrió la puerta a la transición.
Enero de este año fue el parteaguas para el Partido Acción Nacional que gobierna en la entidad.
Una serie de marchas multitudinarias en Mexicali y el resto del estado lograron abrogar la Ley estatal del agua, quitar el reemplacamiento y deteriorar la imagen del gobernador Francisco Vega de Lamadrid, que arrastraba con un gabinete dividido, como probó en 2014 la filtración a la prensa de la orden de aprehensión contra Guillermo Trejo, entonces secretario general de gobierno.
El Partido Acción Nacional quedó marcado para futuras contiendas electorales por una disputa de la coordinación de la bancada en la XXII Legislatura entre diputados como Carlos Torres Torres, quien fue blanco de la rebelión de ocho legisladores, encabezados por Andrés de la Rosa.
José Luis Ovando Patrón, presidente del Partido Acción Nacional en la entidad, dice que asume la autocrítica, pero descalifica las denuncias contra el gobierno y admite que no midieron el impacto de las protestas ciudadanas.
Ovando inicia su segundo periodo como presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN bajo un ritmo estable de triunfos. En los comicios federales de 2015, ganó ocho diputaciones federales y al siguiente año logró 13 de los 17 distritos electorales locales y tres de las cinco alcaldías.
Ahora Acción Nacional vive otra realidad que debe asimilarse, dice, como el reto de combatir la corrupción, practicar la transparencia y abatir una inseguridad desbordada.
Por lo pronto, desde su oficina dirige el refrendo de los casi 9 mil militantes, un padrón que también ha recibido señalamientos de afiliaciones expeditas o de personas que no solicitaron ser panistas.
Esta entrevista fue editada por cuestión de espacio, pero las respuestas se mantienen fieles a lo dicho.
—¿Qué más tiene que ofrecer el PAN a la ciudadanía, para tener la confianza del electorado?
—Una sociedad no es estática, va modificando sus necesidades. No es lo mismo lo que el PAN ofrecía resolver en 1989, cuando accedió al poder público la primera gubernatura de oposición en el país, que lo que necesita Baja California hoy, 27 años después.
Entonces la lucha era por la democracia, era por el reconocimiento del voto, porque se hiciera valer la voluntad del pueblo en las urnas, y el PAN fue el instrumento que utilizaron los bajacalifornianos para hacer valer esa exigencia social.
Hoy a 27 años las exigencias son otras, los bajacalifornianos nos exigen temas que a lo mejor en aquel entonces ni siquiera pensábamos. Había una necesidad tan grande de abrir a la democracia la política pública, de que se viviera lo que en otros países era ordinario, que eran elecciones reconocidas y válidas.
José Luis Ovando Patrón dice que la rendición de cuentas que exige la ciudadanía es un legado del PAN. Pero cuando se le pide una autocrítica tras las manifestaciones civiles de la entidad, dice que fueron motivadas por el incremento a las gasolinas. FOTO: NEWSWEEK EN ESPAÑOL BAJA CALIFORNIA
—¿No cree que siguen vigentes las demandas de mayor democracia en el país y que hay pendientes democráticos en el estado?
—Insisto, así como la sociedad va cambiando, las necesidades democráticas van cambiando, porque hoy estamos en el reconocimiento de derechos que antes ni siquiera eran pensando en ponerse en la mesa. Estamos viendo que hay una comunidad que pelea, —a lo mejor en otras zonas del mundo, aquí en algunas zonas del país—, por derechos de igualdad ante la realidad económica que se vive, ante los problemas sociales, y las diferencias ideológicas, pero prevalece una exigencia de igualdad de derechos. Podemos estar o no de acuerdo con alguien, pero en este país ya se tiene todo el derecho de exigir que se le reconozca y se le respete.
—¿Qué balance hace del PAN en estos 27 años de gobierno en Baja California?
—Lo que ha aportado el PAN para Baja California y para el país, ha sido suficiente para tener al PAN en este momento en la pelea nuevamente por la presidencia de la república. Hoy el PAN es el partido con mayor fuerza e impulso rumbo a la presidencia en 2018, quitando personajes y liderazgo. Como institución es el partido más confiable, es el partido que se reconoce como el partido que puede llegar a ganar la presidencia nuevamente.
—¿Y en Baja California?
—Sí en Baja California igual. Lo que ha hecho el PAN ha sido un gran aporte. No solamente en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, sino en cuanto al estilo de hacer gobierno. Porque ahora que está tan de moda hablar de transparencia, está tan de moda hablar de rendición de cuentas, a muchos se les olvida que son los temas con los que el PAN arrancó su estilo de gobernar.
—Sin embargo hay acusaciones de corrupción, de falta de transparencia de los gobiernos panistas en Baja California. ¿Qué pasó en esa trayectoria de casi 30 años de gobiernos panistas, de esas acusaciones que hay en la opinión pública de corrupción y falta de transparencia?
—Son parte de la realidad democrática que se vive en Baja California. Hoy no hay ninguna duda que se puede señalar o denunciar a un gobierno. No ocurre como ocurría en otra época. No ocurre como ocurre todavía en otras entidades. Aquí los ciudadanos pueden exigir que sus gobiernos sean más transparentes, pueden señalar si tienen alguna duda de cómo se están utilizando los recursos públicos y pueden sobre todo, exigir mejores resultados. Es una realidad democrática que vivimos en Baja California, incluso más allá del PAN, donde hemos vivido alternancia en los municipios.
—¿Reconoce la falta de contrapeso en el ejercicio de gobierno en Baja California?
—Híjole, a mí me parece que sería un error pensar que no hay contrapeso en Baja California.
—¿No hay complicidades entre el PRI y el PAN y los partidos que confluyen en el Congreso del Estado?
—Yo creo que aquí hay una lucha permanente por el poder público. Ha quedado demostrado elección tras elección. Basta ver los números, hay fuerzas importantes, —especialmente dos— que elección, tras elección, se disputan los espacios. Eso es una realidad. El querer plantear temas de complicidades me parece hasta como infantil, porque sí hay una lucha por el poder público y eso nos ha llevado a la alternancia en los cinco municipios del estado.
Ahora Acción Nacional vive otra realidad que debe asimilarse, dice, como el reto de combatir la corrupción, practicar la transparencia y abatir una inseguridad desbordada.
—Antes de que termine Kiko Vega la gestión, ¿qué pendientes tiene todavía en la agenda?
—Desde el punto de vista del PAN, tiene que fortalecer su agenda. Y me refiero a todo el sistema PAN, no nada más al poder ejecutivo, legislativo y los ayuntamientos.
—Pero, ¿en el caso específico del gobernador?
—Yo creo que no lo podemos disociar. Los temas incluso impactan a la administración municipal. Tienen que ver con la transparencia y la rendición de cuentas, con el combate a la corrupción, y sobre todo con fortalecer políticas públicas que nos brinden mayor seguridad. Antes el problema, —va variando— era económico. Todavía podemos recordar que en 2013 la principal bandera de los dos candidatos más fuertes, era la creación de empleos y la economía. Hoy lamentablemente lo que se está viviendo en el país también nos ha impactado en Baja California, y el principal tema es la seguridad, ahí están los temas que debe resolver el PAN como sistema.
—¿Se perfilan como opción política a nivel estatal para las próximas elecciones?
—El PAN es el partido que tiene el reto más grande rumbo a 2018 y 2019.
—¿Por qué?
—Es el partido que tiene mayores espacios ahora en triunfos electorales. Te doy un ejemplo: en 2015 nosotros ganamos ocho diputaciones de ocho. El reto más grande lo tenemos en 2018; tendríamos que repetir los ocho triunfos para pensar que estamos haciendo bien nuestra tarea.
—¿Cree que están en condiciones de competitividad cuando tuvieron grandes manifestaciones y rechazo social al gobernador ‘Kiko’ Vega, a los alcaldes y políticos en general?
—La realidad es que eso que ocurrió en las manifestaciones de enero, refleja la molestia ciudadana. No solo contra el gobierno local nada más, sino contra el gobierno en sí. Hay un desánimo a nivel nacional contra todo el sistema político y sistema de partidos. Y por supuesto los gobiernos panistas deben atender. Eso debe hacerse rápidamente. El PAN no puede pensar que la realidad ahora es la misma que atendimos antes de diciembre. Incluso en junio pasado cuando ganamos, obtuvimos el mayor triunfo en la historia de Baja California, cambió el escenario y ese escenario se tiene que revisar por el PAN, y nosotros lo estamos haciendo de una manera responsable. El PAN no puede quedarse estancado en que va enfrentar una misma realidad como en 2016 y 2015.
–¿Considera que el PAN está en condiciones de competitividad para el 2018?
—A nivel federal el PAN encabeza las encuestas como partido, claro que está…
—¿Quién es el enemigo a vencer?
—Yo creo que es el PRI.
—¿Y a nivel estatal?
—Sí, aquí a nivel estatal seguirá siendo el PRI. No hay crecimiento de ninguna otra fuerza política que esté en este momento, en esa expectativa de triunfo por mayorías. Ha habido crecimiento de algunas otras fuerzas, pero no hasta este momento como para estar peleando un triunfo de mayorías. No debemos confiarnos, aún cuando haya tenido derrotas, aún cuando está enfrentando uno de los peores escenarios electorales. Ya lo vimos en Coahuila y ya lo vimos en el Estados de México: no están mancos, van por la pelea para mantenerse en el poder y son capaces de todo lo que vimos en el Estado de México y Coahuila.
—¿Quién es el reto más grande: Andrés Manuel López Obrador o la maquinaria del PRI?
—La maquinaria del PRI sin duda. Para muestra basta un botón, o varios botones. En los últimos dos procesos electorales, Morena no ha tenido un solo triunfo, ni en 2015 tuvo un triunfo en una gubernatura, ni en 2016, ni en 2017. Las últimas tres estaciones electorales no ha tenido ni un solo triunfo.
—¿De gubernaturas?
—Ha avanzado en algunas alcaldías, en algunas votaciones desde el punto de vista de la obtención del voto, pero no ha tenido mayorías. Y estas elecciones se ganan con estructura.
“Podemos estar o no de acuerdo con alguien, pero en este país ya se tiene todo el derecho de exigir que se le reconozca y se le respete”.
—Morena se alió con el PT a nivel federal, ¿el PAN ha tenido acercamiento con otras fuerzas políticas?
—A nivel nacional nuestro dirigente, Ricardo Anaya, ha señalado con toda claridad que el PAN está abierto a formar una gran alianza ciudadana, en donde por supuesto puedan confluir otras fuerzas políticas. Eso me parece que es lo normal viendo el escenario que se va enfrentar en 2018. El PAN debe estar preparado para los dos escenarios, tanto para armar una gran coalición que incluya varios partidos políticos y también ciudadano o ir solos. Los ciudadanos van a ver en el PAN una opción real de cambio y el PAN debe estar preparado para ello.
—¿Se han acercado militantes interesados en participar en las contiendas federal 2018 y la local 2019?
Hasta el momento no ha habido alguien que formalmente se acerque y me diga: ‘Yo quiero ir’. Yo creo que faltan algunos meses para ello. Yo estoy seguro que para diciembre voy a tener a varios tocándome la puerta, levantando la mano.
—Y sobre la percepción de que Brenda Ruacho pueda ser candidata a senadora, a un cargo de elección popular, ¿qué opina?
—Yo creo que cuando ves a una persona que está haciendo bien su tarea, pueden surgir muchas conjeturas sobre posibles candidaturas, sobre las aspiraciones políticas que pueden ser muy legítimas. A lo mejor habrá muchos que no van a levantar la mano y otros los van a querer empujar. A final de cuentas, el PAN deberá seleccionar a los mejores hombres y mujeres como candidatos.
—¿Descarta que por primera vez en la historia, una primera dama de Baja California se lance como candidata al senado?
—Para mí sería muy arrojado hacer una declaración al respecto, cuando ni siquiera he escuchado una manifestación al respecto.
—¿Usted en lo particular tiene interés en la senaduría?
—Yo como dirigente debo estar preparando al partido para la elección, para el proceso. Debo estar preparando la estructura del partido, todo lo que tiene que ver con la visión estratégica en la campaña y por supuesto debo estar listo para lo que el partido requiere en cuanto a ganar el proceso electoral 2018.
—Regresando a las grandes manifestaciones registradas en enero en todo el estado, Mexicali que fue punta de lanza. ¿Qué pensaba en aquellos momentos cuando veía a miles de personas en las calles?
—Yo tenía sentimientos encontrados al respecto. Primero, a mí me gusta mucho que una sociedad se manifieste. Yo estoy muy de acuerdo que la manifestación ciudadana es la que puede dirigir o presionar, exigir de una manera ordenada y pacífica cambios sociales. Me ha tocado verlo en otros escenarios, me tocó verlo en Baja California en otro momento. Tenía un conflicto severo, porque yo no era dirigente del partido, no podía participar sobre el tema de las manifestaciones, sentía que me tenían amarradas las manos, y sobre ello, el mensaje es para toda la clase política.
Por ahora, el PAN en la entidad está enfocado en actualizar su padrón electoral. Un ejercicio que dirige en la entidad el dirigente. FOTO: NEWSWEEK EN ESPAÑOL BAJA CALIFORNIA“Ha habido crecimiento de algunas otras fuerzas, pero no hasta este momento como para estar peleando un triunfo de mayorías”.
—Pero después usted ganó la elección interna, ¿cómo midieron toda esta ola de críticas al gobernador Francisco Vega de Lamadrid?
—De entrada no tengo una medición propiamente sobre el impacto de las manifestaciones, o lo que ahora sigue vigente después de esas manifestaciones. Lo que sí es que se hicieron reuniones de trabajo para revisar cómo debía atenderse rápidamente ese tema. Lo que se ha hecho es en atención a una realidad que se vivió en enero, y hoy vemos al PAN intentando establecer lazos, una vinculación ciudadana más abierta, más clara.
—¿Se asume una autocrítica?
—Claro que sí, por supuesto. Se asume una autocrítica.
—Porque veo que quieren proteger la figura del gobernador, ¿no quieren asumir que se equivocaron en algunas acciones o en la forma de gobernar?
—Lo que pasa que como cualquier moneda tiene dos caras, y se me hace una gran irresponsabilidad señalar que lo que ocurrió fue por motivo del Gobernador. A mí me parece que todo creció y esto fue muy obvio a nivel nacional, con la gran molestia que hubo con el tema de la gasolina, y aquí hubo una implosión hacia el tema local del agua, porque hubo mal manejo de la información y hubo muchas mentiras.
—¿Es la crítica que se hacen?
—Claro que hay una autocrítica. No debió haber sido nunca motivo el tema de la ley del agua, para que se generara duda de lo que estaba haciendo el gobierno al respecto.
—¿Le ha restado o le ha beneficiado tener una mayoría de 13 diputados en el Congreso del Estado?
—Yo creo que no está peleada una cosa con la otra. Hay una realidad y es que tenemos una mayoría y se han hecho cosas históricas en el Congreso del Estado gracias a esa mayoría. Hoy no se habla simplemente porque está de moda demeritar el esfuerzo y remarcar lo negativo, pero no se habla del gran recorte que hizo el Congreso a su presupuesto, no se habla de los ajustes que se hicieron, de la mejora administrativa y de la reingeniería, no se habla de eso. No se habla de los esquemas que han trabajado para ir sacando la tarea sin aplastar a otras fuerzas políticas, el PAN ha sido muy respetuoso de las minorías.
—¿Acepta que hay una división en la fracción parlamentaria del PAN?
—No de ninguna manera, no hay división. En el PAN vivimos nuestra vida democrática de manera ordinaria, se vale debatir entre nosotros, y eso no quiere decir que estamos divididos. Para quienes no nos conocen, el PAN toda la vida ha sido acusado que ha estado dividido, y toda la vida salimos juntos y ganamos.
—¿La militancia en Baja California está a favor de Margarita Zavala, Ricardo Anaya o Rafael Moreno Valle?
—Yo creo que eso se va resolver cuando se defina el método de selección de candidato o de candidata.