La Mara Salvatrucha, o pandilla MS-13, ha operado en y alrededor de EE UU por más de dos décadas. Aun cuando la mayoría de sus aproximadamente 30,000 miembros están domiciliados en Centroamérica, funcionarios estadounidenses creen que 6,000 miembros están esparcidos por 46 estados en ciudades como Los Ángeles —donde se originó la pandilla—, Washington, D.C., y en Long Island, en Nueva York.
El viernes, el Presidente Donald Trump se comprometió a “destruir” a la violenta banda callejera y otras organizaciones similares.
En su discurso, Trump expuso un plan de acción para derrotar al grupo, el cual fue establecido por inmigrantes de países centroamericanos incluidos El Salvador, Honduras, Guatemala y México.
El plan de Trump, según un funcionario de la Casa Blanca y reportado por The Hill, se enfoca en una política dura con los inmigrantes y medidas enérgicas en general contra la inmigración ilegal. Para ayudar en ello, la administración está solicitando 10,000 oficiales adicionales de la Autoridad Inmigratoria y Aduanera, así como una “cantidad sustancial” de jueces para inmigración.
El presidente buscará una legislación más dura que permitirá expulsar más rápidamente de EE UU a centroamericanos indocumentados, así como un proyecto de ley para tomar medidas enérgicas contra las ciudades santuario. Esto además de su repetida promesa de campaña de construir un muro fronterizo, el cual Trump dice que evitará que los migrantes entren ilegalmente al país.
Desde su campaña, el presidente se ha pronunciado a favor de eliminar por completo a las pandillas callejeras como la MS-13. Aun cuando Trump ha culpado al expresidente Barack Obama de no implementar regulaciones migratorias más férreas, lo cual Trump ha sugerido que ha llevado al surgimiento de pandillas como la MS-13, él recientemente elogió al fiscal general Jeff Sessions por las “nuevas medidas” que él ha tomado para desmantelar al grupo. En abril, Sessions visitó Long Island e hizo una advertencia a las pandillas como la MS-13, declarando: “Los tenemos en la mira. Vamos por ustedes”.
Muchos de los primeros miembros de la MS-13 eran jóvenes empobrecidos que buscaban evitar el reclutamiento en las fuerzas armadas de El Salvador en la década de 1980. Cuando llegaron a Los Ángeles, se agruparon en aras de protegerse a sí mismos de las pandillas mexicanas que mandaban en ciertas zonas de la ciudad. Al paso de los años, las empresas criminales de la pandilla se han extendido por todo EE UU, generando millones de dólares con drogas, tráfico de personas y extorsión.
La pandilla está implicada en las muertes de cientos de personas. Desde enero de 2016, la policía en Long Island ha vinculado a la MS-13 con 17 asesinatos, según The New York Times.
Los pandilleros son conocidos por sus tatuajes, los cuales buscan identificar a los miembros de por vida, y el símbolo manual del “cuerno del diablo”, el cual fue creado en la década de 1980 cuando muchos de los miembros asistían a conciertos de rock en Los Ángeles.
El nombre de la pandilla proviene de las palabras Mara, que significa “pandilla”; Salva, en referencia a El Salvador, y trucha, jerga para decir que “se tiene calle”. El 13 representa la posición de la letra “M” en el alfabeto.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek