Tijuana.- ¿Y si Jesucristo fuera más bien redondo? Así lo imaginó Fernando Botero, artista colombiano, en su exposición “Viacrucis, la pasión de Cristo”, cuya temporada en Tijuana finalizó el domingo 11 de junio.
Los resultados fueron sorprendentes: desde la inauguración hasta su cierre, recibió a más de 35 mil visitantes. La obra se abrió paso en México desde la frontera norte en marzo de este año, por una colaboración entre el Centro Cultural Tijuana y el Museo de Antioquia, en Medellín, Colombia.
Este último posee las obras como patrimonio nacional, gracias a una donación del artista en su cumpleaños 80. El compilado de 61 piezas, —27 óleos de gran formato y 34 bocetos en acuarela y lápiz— ofreció una peculiar mirada sobre la crucifixión y muerte del mesías cristiano.
Ahí, las desbordantes figuras de Botero, destacan en escenarios que bien podrían ser Europa o algún rincón de Latinoamérica. La obra itinerante de uno de los creativos más cotizados en el mundo del arte, inició en 2011 en Nueva York y de ahí recorrió países como Portugal, Italia, y Brasil, entre otros. Hoy se prepara para volver a Medellín y de ahí, al mundo.