México es uno de los países que no cumplen plenamente con los estándares estipulados por el Departamento de Estado de Estados Unidos para la eliminación de la trata de personas, con algunos de sus funcionarios involucrados en agresiones en contra de víctimas de este delito.
El gobierno estadounidense ha destacado en su más reciente “Reporte de Tráfico de Personas” cómo la complicidad de las autoridades persiste como un problema grave que impide la resolución de esto. Destaca además el que no haya ni un solo reporte de autoridades investigadas, detenidas o sentenciadas.
“Los esfuerzos de aplicación de la ley fueron socavados por la complicidad oficial significativa en el tráfico, principalmente por la policía local y otras autoridades locales”, señala el reporte. “El gobierno no ha condenado a ningún funcionario cómplice desde 2010. Algunos funcionarios extorsionan, piden servicios sexuales y amenazan a las víctimas de trata” agrega.
El informe anual sobre tráfico de personas mantuvo, por segundo año consecutivo, a México en el grupo de países que no cumplen plenamente con los estándares estipulados por el Departamento de Estado pero han mostrado “progresos”.
Según el departamento de Estado de EE.UU., el gobierno mexicano no cumple plenamente con las normas para la eliminación de trata, junto con Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
De acuerdo con el Departamento de Estado, en América Latina sólo Chile y Colombia cumplen con los estándares en materia de combate del tráfico de personas.
Sin embargo, el texto admite que “el gobierno dio algunos pasos contra el tráfico, incluyendo la condena de más traficantes que en el año anterior.
La ley general contra la trata de 2012 prohíbe todas las formas de trata de personas, prescribiendo penas de entre cinco y 30 años de prisión. No obstante, un factor agravante para combatir este delito es que no define el tema de explotación como una forma de trata de personas.
El objeto de la trata es la explotación de la persona; en cambio, el fin del tráfico es el traslado ilegal de migrantes. En el caso de la trata, no es indispensable que las víctimas crucen las fronteras para que se configure el hecho delictivo, mientras que sí lo es para la comisión del delito de tráfico.