El gobierno estadounidense se ha negado a cambiar las condiciones en las que el narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera se reúne con sus defensores al considerar que es peligroso y podría lastimar a su abogado con un cable o partir a la mitad algún CD con información judicial para usarlo como arma.
Los fiscales que llevan el caso en contra Guzmán Loera han asegurado que cualquier precaución es poca y que permitir que El Chapo se reúna cara a cara con sus abogados, sin un vidrio de separación entre ambos es peligroso.
“Debido a que el acusado enfrenta una sentencia de cadena perpetua hay una preocupación significativa de que recurra a la violencia con respecto a sus abogados y personal de la Oficina de Prisiones para lograr su liberación”, dijeron los fiscales Bridget Rohde y Arthur Wyatt en un documento divulgado en la base de datos electrónica del sistema judicial estadunidense, el cual ha difundido la agencia The Associated Press.
El líder del “cártel” de Sinaloa fue extraditado en enero pasado a Nueva York, en Estados Unidos, donde era requerido por las acusaciones que pesan en contra por dirigir una red de narcotráfico internacional, además de responsabilizarlo de homicidios y secuestros. Se prevé que el juicio del capo mexicano comience a mediados de 2018.
Michael Schneider y Michelle Gerlent, abogados Guzmán, se han quejado desde hace semanas de que la separación mediante un cristal en una sala de la cárcel neoyorquina donde se encuentra Guzmán Loera les obstruye la comunicación e impide el repaso de las pruebas del caso.
No obstante, la fiscalía ha negado tal petición en una respuesta presentada junto a la declaración de un alto funcionario de la prisión que asegura que las condiciones de la sala donde El Chapo se reúne con sus abogados son adecuadas ya que el capo puede ver los documentos que le presentan sus defensores a través de un monitor.
El funcionario ha dicho que si se elimina el vidrio que separa Joaquín Guzmán de sus defensores el narcotraficante podría romper los aspersores de agua de la sala para intentar que el suelo fuera resbaladizo y así escapar, o podría empujar el sofá hasta la puerta para bloquearla y hacer convertir en rehenes a sus abogados, refiere la declaración difundida por AP.
Acusado de haber dirigido uno de los mayores imperios del narcotráfico de las Américas, El Chapo se ha declarado no culpable de los 17 cargos de los cuales le acusa la justicia estadounidense. Solo el primero, dirigir el cártel de Sinaloa, puede implicar la cadena perpetua. La próxima audiencia previa al juicio fue fijada para el 15 de agosto.