Mientras que el presidente Donald Trump ha criticado a China por robar empleos a Estados Unidos, la marca de ropa de su hija mayor supuestamente se ha beneficiado con trabajadores que ganan un dólar por hora, reportó Bloomberg esta semana.
A lo largo de la campaña, el candidato Trump usó repetidamente el lema “Buy American”. En un discurso nacional que recuerda sus discursos de campaña, Trump prometió en su inauguración que colocaría “a Estados Unidos en primer lugar”. Se comprometió a generar más puestos de trabajo, tener fronteras fuertes y mayor riqueza, y beneficiar a los trabajadores estadounidenses con sus decisiones sobre comercio, impuestos e inmigración.
Mientras tanto, China Labor Watch informa a Newsweek que ha investigado dos fábricas en China que producen artículos para la línea de moda Ivanka Trump. El 27 de abril, la organización sin fines de lucro le envió una carta manifestando sus preocupaciones. “El horario de trabajo es de 12.5 horas, es decir cuatro a cinco horas de trabajo extra cada día”, dijo a Newsweek Li Qiang, fundador de China Labor Watch. “Algunos trabajadores reciben menos de un dólar por hora, que es inferior a la norma laboral estipulada por la ley.” Estas horas equivalen a un salario mensual de alrededor de 363 dólares.
“Estamos esperando la respuesta de Ivanka Trump”, dice Qiang. “Planeamos publicar el informe en junio”.
El mes pasado, The Washington Post informó sobre una auditoría a una fábrica usada por la marca de Trump en la que se encontraron docenas de trabajadores sometidos a largas horas de trabajo y con un pago mínimo.
Un portavoz de la marca no respondió de inmediato a la solicitud de Newsweek para comentarios. Abigail Klem, presidente de la marca Ivanka Trump, defendió sus normas laborales en un comunicado a Bloomberg, diciendo que “es imposible que respondamos a las acusaciones, sin pruebas de antemano, en relación a una fábrica sin nombre”.
Pocos días después de la toma de protesta de su padre, Ivanka Trump anunció que renunciaría a su marca de moda. Desde entonces se ha unido a la administración de su padre como asistente del presidente y, por lo tanto, ahora es una empleada federal con una oficina en la Casa Blanca. Ella y su marido, Jared Kushner, otro asesor de la Casa Blanca, se espera que se unan al presidente de cara a su próximo viaje a Oriente Medio.
Esta no es la primera vez que la marca de Ivanka Trump ha sido un tema de preocupación durante la presidencia de su padre. La ayudante de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, aparentemente fue reprendida por funcionarios del gobierno en febrero, luego de lanzar los productos de Ivanka Trump en un programa televisado a nivel nacional. Durante una entrevista en Fox & Friends, Conway alentó a los estadounidenses a “ir a comprar cosas de Ivanka … Es una línea maravillosa”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek