El gobierno de México aseguró que reporte del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés) sobre conflictos armados en el mundo, en el cual se afirma que el combate a los “cárteles” de la droga mexicanos es el segundo conflicto armado más violento a nivel internacional, carece de sustento al utilizar cifras cuyo origen se desconoce.
El reporte “refleja estimaciones basadas en metodologías inciertas, y aplica términos jurídicos de manera equivocada. Sus conclusiones no tienen sustento en el caso de México”, respondieron en un comunicado conjunto la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Gobernación (Segob).
John Chipman, Director Ejecutivo y Director General del IISS, dijo en una nota de prensa difundida este martes que el número de muertos en el conflicto de México supera a los de Afganistán y Somalia. “Esto es aún más sorprendente, considerando que las muertes por el conflicto son casi todas atribuibles a armas pequeñas”.
El gobierno mexicano respondió a ello que es “incorrecto” hablar de un “conflicto armado” debido a que la existencia de grupos criminales “no es un criterio suficiente para hablar de un conflicto armado no internacional”, como tampoco lo es el uso de las Fuerzas Armadas para mantener el orden al interior del país.
“En este sentido, el reporte buscar dar un tratamiento similar a naciones con fenómenos completamente diferentes, que no son comparables ni medibles entre sí”, refieren la cancillería y la secretaría encargada de la política interna de México.
Las dependencias refirieron que la violencia relacionada con el crimen organizado es un fenómeno regional, que va más allá de las fronteras que México comparte con Estados Unidos, Guatemala y Belice, entre muchos otros países. “Los retos que México enfrenta en este rubro no pueden aislarse de fenómenos relacionados en otras jurisdicciones, como el tráfico de armas y la demanda de drogas. El combate al crimen organizado transnacional debe analizarse de manera integral”, afimaron.
Con respecto a las cifras, aclararon que la estimación total de homicidios dolosos a nivel nacional en 2016 aún no ha sido publicada por el INEGI, por lo que se desconoce el origen de la cifra utilizada en el reporte.
El gobierno mexicano también indicó que es “inverosímil” la suposición que hace el estudio al considerar que todos los homicidios que tuvieron lugar en México están `relacionados con el combate a las organizaciones criminales. “Las estadísticas de homicidio doloso, como la del INEGI, incluyen casos de muertes por riñas, muertes por armas blancas, muertes asociadas a la comisión de delitos del fuero común, así como aquellas producto de conflictos vecinales o comunitarios, entre otras. En este sentido, el reporte parte de una base errónea y carente de rigor técnico”, dijo.
Explicó que de acuerdo con cifras de la ONU de 2014 México está lejos de ser uno de los países más violentos del mundo, ya que tan solo en América Latina países como Honduras, Venezuela, Belice, Colombia o Brasil registran tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes de 90.4, 53.7, 44.7, 30.8, y 25.2 respectivamente, mientras que México registró una tasa de 16.4, cifra muy por debajo de muchos países de la región.