Sandra Equihua y Jorge Gutiérrez son pareja desde hace más de 15 años y un poderoso ejemplo del éxito que brinda la perspectiva transfronteriza al cine. Criados en Tijuana en los 90, experimentaron una convivencia cotidiana entre la cultura mexicana y la estadounidense. Al crecer, decidieron plasmar algo de este aprendizaje mediante la animación.
Después de sortear rechazos creativos y retos a nivel personal y profesional en Estados Unidos, lanzaron en 2014 “El libro de la vida” película de animación producida por Guillermo del Toro, que cuenta una historia de amor y aventura, donde la cultura y peculiaridades de la tradición mexicana del Día de Muertos toman un papel protagónico.
Hoy de la mano de su productora Mexópolis, están convencidos de que la animación y el cine mexicanos ya se abrieron paso e insisten en que la oportunidad reside en las herramientas tecnológicas y las escuelas de animación, para potenciar el talento que está en Tijuana, y celebrar la mexicanidad.
—¿Por qué esta película tiene un mensaje particular sobre la cultura mexicana?
Sandra:Yo creo que Jorge y yo lo que tratamos de hacer es tratar de crear conciencia de nuestra cultura, resaltar las cosas positivas que pasan en nuestro país.
Jorge:Crecimos en un mundo en México en donde no nos veíamos en la televisión o el cine animado. Me acuerdo que yo le preguntaba a mi papá: “Oye papá, en la Guerra de las Galaxias no hay mexicanos, ¿no llegamos al futuro?” Mi papá me decía: “Chewbaca es mexicano”. Y como niño, tú ves las caricaturas y no ves a nadie como tú, y se te baja el autoestima porque dices: “Bueno, no puedo llegar a ser un héroe”. Entonces, esa fue la inspiración desde que empezamos, vamos a tratar de hacer contenido, no solo en cine en televisión, que los personajes hispanos sean algo normal, el proyecto no se trata de la cultura, sino que la cultura sea el canvas donde pintamos la historia.
—¿Qué es lo más complicado para levantar un proyecto como el que ustedes tienen? En este caso tuvieron el apoyo de Guillermo del Toro, pero, ¿qué otras complicaciones hay en cuanto a las temáticas?
Jorge:El problema número uno siempre fue que Hollywood sigue lo que ha sido exitoso, y si no ha habido nada exitoso con personajes hispanos, nadie quiere arriesgarse.
Sandra:Que es lo mas curioso porque tenemos una audiencia muy grande los latinos.
Jorge: Una audiencia que la verdad estaba muy cómoda no viéndose, ya lo habían aceptado. Entonces cuando empezamos a presentar proyectos, nos decían: “¿El protagonista es hispano?”, “¿en dónde está la gente blanca?”.
—En “El libro de la vida” lo remarcan mucho.
Jorge:Sí, en “El libro de la vida” empezamos a presentar la película ya desde el año 2000. Imagínate, tardó 14 años en hacerse la película. Me dijeron en todos los estudios: “Nadie quiere ver una película de México, el tema del día de muertos está muy raro. No le vamos a entender fuera de México”. Por lo general es un personaje anglo que va a otro país y es el que nos lleva, como avatar.
Sandra:Sin embargo, nos da mucho orgullo saber que somos pioneros que abarcan esta generación. Ya se están empezando a dar más cuenta de que el público latino sí está ahí. Entre más mexicanos estemos juntos en la misma bolita, mejor. Igual que la película de Disney-Pixar, “Coco”.
—Vi el avance de “Coco”. ¿Por qué creen que el mercado latinoamericano se está fijando más en este tipo de cosas? Ustedes fueron los que abrieron las puertas.
Jorge:Como te decía, alguien ve que algo está funcionando y ya se pierde poquito el miedo y ya pueden invertir más, y así funciona el entretenimiento. Nosotros somos fans de Pixar. Yo soy amigo de Lee, el director de “Coco”, y estamos súper apoyando la idea de que entre más películas celebrando la cultura mexicana haya, mejor. Porque creo que siempre, las dos películas vamos a estar ligadas de por vida.
—Ustedes se criaron en Tijuana pero están radicando en Estados Unidos, ¿de qué manera ha influido esta condición fronteriza en su arte?
Jorge:La verdad nos inspira a nosotros como artistas hacia la idea de hacer un puente entre las dos culturas. Nosotros pensamos que las ideas de los adultos ya están muy concretas, ya decidieron cómo piensan. Pero la batalla de ideas está en los niños, aún están formando su idea de qué es el mundo, y nosotros como artistas y como creadores de animación tomamos una responsabilidad gigante en tratar de darles otro punto de vista y decirles: “Mira, las dos culturas se parecen más de lo que tú crees, el corazón de un mexicano es igual que el un americano”.
Sandra: Nosotros lo tomamos muy en serio como productos de la frontera, vimos el beneficio de los dos lados cuando están unidos. Como hijos de la frontera, ahora sí que siempre nos van a criticar por eso y nos da gusto.
—¿Cómo ven el panorama de la animación en México?, ¿creen que el campo está hecho para que los jóvenes quieran hacer animación?
Jorge:Yo digo que es momento crítico y mágico en el sentido de que por primera vez hay escuelas de animación, ya nada más no es teoría, es práctica. Ya hay estudios en México, como flores saliendo por todos lados. “Leyendas”, en Netflix, es la primera serie de toda Latinoamérica hecha en México, este es un momento mágico. En nuestra generación tú estudiabas animación y no tenías esa opción. Te tenías que salir de México.
Sandra:Siempre era: “Tenemos las ganas, el talento, pero no tenemos el factor económico”. Y ahora con la tecnología que tenemos, con el internet, no solamente se nos abren las puertas en cuanto a creatividad sino que también se resuelve el factor económico.
Jorge:Y Tijuana está en el lugar perfecto para unboom de animación.