Pekín y Washington se comprometieron a trabajar juntos para que Corea del Norte frene su programa nuclear, que eleva la tensión en la península a un “nivel peligroso”.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, se esforzó en adoptar un tono conciliador en su primera visita a Pekín, al día siguiente de un “tuit” del presidente Donald Trump en el que acusa a China de no presionar lo suficiente a su aliado norcoreano. Por su lado Pekín reprocha a Washington alimentar las tensiones con ejercicios militares en Corea del Sur.
“Trabajaremos juntos para ver si podemos llevar al gobierno de Pyongyang a cambiar de posición (…) y alejarse del desarrollo de armas nucleares”, aseguró Tillerson al término de una reunión con su homólogo chino Wang Yi en Pekín.
“Creo que compartimos una misma visión y una sensación de que la tensión en la península es muy elevada actualmente y las cosas alcanzaron un nivel peligroso”, añadió.
En respuesta, el ministro chino reafirmó la posición de Pekín, único aliado del régimen de Pyongyang, que estipula que la única manera de resolver la crisis en Corea es a través del diálogo.
“Podemos escoger entre dejar que la situación se deteriore hasta desembocar en un conflicto, o bien regresar al camino adecuado de las negociaciones”, declaró Wang.
Pekín, como Washington, “esperan hallar la forma de reactivar las negociaciones y no abandonan la esperanza de alcanzar la paz”, aseguró el ministro chino.
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Con información de AFP.