HACE DOS AÑOS Rob Hegel tuvo su “momento
del frijol mágico”. Hegel, director de compras de un hotel Hilton de Los
Ángeles, caminaba por la feria comercial en Nueva York cuando alguien le
entregó un tubo de ensayo lleno de esferas de nylon del tamaño de medio
caramelo Tic Tac. “La persona me dijo que lo que tenía en mis manos no solo me ahorraría
cientos de miles de dólares, sino que también ayudaría a salvar el ambiente”,
señala Hegel.
A principios de aquel año, con los ríos y
presas de California en niveles mínimos récord, el gobernador Jerry Brown
declaró un estado de emergencia por sequías. “No podemos hacer que llueva”,
dijo al establecer medidas de conservación de agua más estrictas. Llamó a todos
los californianos a ahorrar agua “en todas las formas posibles”.
Hegel había acudido a esa feria comercial
en busca de nuevas formas de lograr que su hotel cumpliera las medidas de
Brown, por lo que se sintió intrigado por la afirmación del vendedor. Estos
“frijoles mágicos”, averiguó después, eran el componente clave de un sistema de
lavado con un método de uso de agua ultrabajo, desarrollado por una nueva
empresa de lavado del Reino Unido llamada Xeros.
El vendedor le dijo que las lavadoras
Xeros producen resultados de lavado superiores en comparación con las lavadoras
convencionales, y usan 50 por ciento menos energía, 50 por ciento menos detergente
y 80 por ciento menos agua. Hegel se mostró escéptico, pero con los cientos de
kilos de ropa de cama y mantelería por lavar cada semana, decidió probar una
máquina.
Hegel y su gente se sorprendieron al
descubrir que el vendedor de la feria se había quedado corto. “Tras instalar la
primera máquina, encontramos que en realidad utilizaba 90 por ciento menos agua
y muy pocos químicos, y los resultados de lavado fueron increíbles”, dice.
“Nuestro director de mantenimiento estaba fascinado”.
La tecnología de esferas que se utiliza
en las lavadoras Xeros surgió de la Escuela de Textiles de la Universidad de
Leeds, en el Reino Unido, hace 10 años, cuando los investigadores descubrieron
que, si se mezclan pequeñas esferas de nylon con una pequeña cantidad de agua y
un detergente especial, pueden actuar como una esponja para “absorber” la
suciedad de los tejidos.
Las lavadoras derivadas de esta
investigación son similares a las lavadoras modernas, pero podrían ser el mayor
avance en la industria de lavado desde que la creación de las lavadoras
eléctricas dejó obsoletas a las lavadoras manuales a principios del siglo XX.
Las lavadoras, que casi no utilizan agua,
emplean cientos de miles de esferas. La empresa afirma que este método es tan
suave para los tejidos como el lavado a mano y, por lo tanto, cuida mejor los
materiales que las lavadoras tradicionales. El sistema tiene el beneficio extra
de que puede evitar que una calceta roja haga que la ropa blanca mezclada con
ella adquiera un tono rosado; las esferas no solo absorben la sociedad, sino
también los colores sueltos. Cada conjunto de esferas puede ser reutilizado
cientos de veces.
Aunque los beneficios producidos en
California, con su escasez de agua, resultan claros (los sistemas de Xeros han
sido instalados en 14 ubicaciones de todo el estado, entre ellas, varias
lavanderías y un club atlético), lograr que hoteles y negocios de otras partes
comprendan cómo unas esferas de plástico pueden ser un método de limpieza más
eficiente que el agua ha sido el desafío más grande para su adopción a gran
escala. “La gente está acostumbrada a usar agua desde la época en la que
solíamos lavar nuestra ropa en los ríos”, afirma Jonathan Benjamin, presidente
mundial de lavado de Xeros. Señala que la empresa también explora otras formas
de aplicar la tecnología, por ejemplo, en la industria del procesamiento del
cuero, en la que se utiliza enormes cantidades de agua. A principios de este
año, se realizó con éxito una prueba a escala completa en la que se utilizaron
las esferas de Xeros para teñir pieles en una curtiduría. “Limpieza, teñido… el
potencial de estas esferas es increíble”, afirma Benjamin. “No estoy seguro de
que estemos cerca de un punto en el que podamos ver que los seres humanos se
bañen con esferas de polímeros, pero ¿quién sabe
La sequía en California ha entrado en su
sexto año y el hotel de Hegel ahora tiene tres máquinas Xeros, cada una de las
cuales le ahorra a su hotel alrededor de 2200 dólares al mes en costos de agua
y energía. Se espera que para el primer trimestre de 2017, las máquinas hayan
ahorrado 4 millones de galones de agua, el equivalente a seis piscinas de
tamaño olímpico.
Cuando Xeros vende una lavadora, también
vende un servicio que cuesta 1500 dólares por máquina cada mes por concepto de
mantenimiento y para el retiro y el reemplazo de las esferas. Esto hace que las
lavadoras sean demasiado costosas e imprácticas para su uso doméstico, pero la
empresa trabaja ya en una versión para uso en casa. Si tiene éxito al construir
y comercializar una lavadora doméstica, la empresa podría tener un impacto aún
más grande en el combate de la sequía en California, pues las lavadoras gastan
21.7 por ciento del uso de agua a escala residencial (no se dispone de cifras
en relación con las lavanderías comerciales).
A pesar de ello, la sequía en California
podría ir más rápido que la tecnología. Aunque todas y cada una de las
lavadoras de California fueran reemplazadas por una Xeros, muchos problemas
quedarían sin resolver, siendo el más notable la agricultura, que consume 80
por ciento de toda el agua utilizada en ese estado.
El cambio climático es un problema
adicional. En 2015, los científicos del clima de la Universidad de Columbia
descubrieron que el calentamiento global provocado por los seres humanos había
hecho que la sequía en California se intensificara de 15 a 20 por ciento, y las
predicciones estadísticas advierten que 2017 será otro año de sequía.
Benjamin piensa que debemos asumir una
visión a largo plazo para terminar con la escasez crítica de agua. “Hemos
llegado a un punto en el que el mundo necesita redefinir la manera en que
utilizamos el agua”, afirma. “El agua debería ser usada solo para consumo
humano y animal”.
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Publicado en
cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek