El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa en ese país, abrieron en Ecuador un proceso de diálogos de paz para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo.
“La mesa de negociaciones entre el gobierno nacional de la república de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional se instala en Ecuador”, dijo el representante de Quito, Juan Meriguet, al inaugurar las conversaciones con las que se busca la “paz completa” en Colombia.
El ELN fue fundado el 4 de julio de 1964 por sindicalistas y estudiantes, muchos de los cuales habían recibido formación en Cuba y eran simpatizantes de Ernesto “Che” Guevara. Al año siguiente, se unió a la organización el cura colombiano Camilo Torres, seguido de tres sacerdotes españoles, entre ellos Manuel Pérez, quien llegó a comandar la guerrilla.
Estos religiosos eran exponentes de la Teología de la Liberación, corriente de la Iglesia católica latinoamericana que propicia el acercamiento a los pobres.
Con unos 1500 combatientes y varios miles de milicianos, según el gobierno, aunque la guerrilla asegura que son “muchos más”, el ELN está liderado por Nicolás Rodríguez Bautista, “Gabino”, quien ingresó a sus filas cuando tenía 14 años.
Comandante desde 1998, tras la muerte por causas naturales de Pérez, ha impulsado una agenda nacionalista centrada en el control de los recursos naturales y los atentados contra la infraestructura energética y las trasnacionales presentes en el país.
Además de Gabino, que encabeza el Comando Central (COCE), el órgano de dirección del ELN está integrado por los comandantes Israel Ramírez (“Pablo Beltrán”), jefe de la delegación de paz, Eliécer Herlinton Chamorro (“Antonio García”), también miembro del equipo negociador, Gustavo Aníbal Giraldo (“Pablito”) y Jaime Galvis Rivera (“Ariel” o “Luis Alcantuz”).
Mientras que las FARC han sido una organización muy vertical, el ELN tiene una estructura más “federada” con vocería propia en cada frente, según el politólogo Víctor de Currea-Lugo. A pesar del COCE, la “cohesión” del ELN está “en entredicho” por “la flexibilización de los mandos”, según el investigador Camilo Echandía.
El ELN, con presencia en una docena de departamentos del país, ha tenido menor capacidad de fuego que las FARC, en todo el territorio, pero su base social, compuesta por milicianos, es más amplia, según expertos.
Ambas guerrillas se han financiado del narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el secuestro, “si hay una guerrilla secuestradora es el ELN”, apuntó el director del centro del análisis del conflicto Cerac, Jorge Restrepo.
El énfasis de las FARC en las negociaciones de paz estuvo en el desarrollo agrario y la repartición de tierras, mientras que el del ELN es la participación de la sociedad en los diálogos.