Si bien es posible limitar la diseminación del VIH con medicamentos pre-exposición (PrEP), y podemos proteger la salud de los individuos infectados utilizando fármacos antirretrovirales, la capacidad paracurar la infección por VIH sigue esquivándonos. No obstante, un nuevo estudio ha demostrado que un anticuerpo llamado 10-1074 es eficaz para neutralizar al virus, y también ofrece seguridad para usarse en seres humanos. El éxito del ensayo clínico significa que estamos a un paso más en el largo viaje para obtener una cura.
El estudio, publicado en línea en la revista Nature Medicine, detalla los ensayos clínicos del nuevo anticuerpo neutralizador de VIH en una población de pacientes seropositivos. Y según los resultados, el anticuerpo también produjo una gran actividad antirretroviral en estos individuos.
“Estos anticuerpos son muy potentes y capaces de neutralizar, eficazmente, una gran cantidad de cepas VIH. Por consiguiente, desempeñan un papel importante en la búsqueda y el desarrollo de una vacuna contra el VIH”, explicó el Dr. Florian Klein, uno de los científicos que participó en la investigación, en una declaración reciente.
VIH es un virus y, como todos los virus, provoca que nuestro sistema inmunológico produzca anticuerpos para combatirlo. Esos anticuerpos reconocen un virus o una bacteria como un agente extraño, y estimulan al sistema inmunológico para que lo destruya. Por desgracia, en el caso de VIH, el virus puede esquivar a nuestro sistema inmunológico ocultándose, reproduciéndose y con el tiempo –si no se administra tratamiento-, destruyendo por completo nuestro sistema inmunológico. Por ello, investigaciones recientes para desarrollar una cura y una vacuna contra VIH se han enfocado en el uso de anticuerpos específicos capaces de detectar con más precisión a VIH.
En teoría, esos anticuerpos pueden identificar o hacer que VIH “salga de sus escondites” dentro del organismo, lo que permitiría que el sistema inmunológico lo destruya por completo. Y la esperanza es que, a la larga, una combinación de varios anticuerpos VIH-específicos permita destruir completamente al virus, y que el mismo tratamiento sirva también como una vacuna contra VIH.
Sin embargo, como cabe suponer, la teoría no es tan fácil de llevar a la práctica, aunque cada pequeño logro nos acerca a ese objetivo eventual. Por ejemplo, en junio pasado, un equipo de científicos pudo demorar el “rebote viral” de un individuo seropositivo que interrumpió su régimen antirretroviral, utilizando otro anticuerpo modificado en laboratorio llamado 3BNC117. Dicho anticuerpo mantuvo la carga viral del paciente en niveles muy bajos durante el triple del tiempo de lo que habría podido hacerlo el sistema inmunológico por su cuenta; con todo, eventualmente, la carga viral terminó por regresar a los niveles esperados. También se ha observado que, al inocular monos con anticuerpos de monos resistentes a VIH, los animales de estudio han quedado protegidos, al menos temporalmente, contra una versión simiesca del virus del SIDA.
Esta primavera se llevarán a cabo ensayos clínicos adicionales con el anticuerpo 10-1074.