El ex gobernador del estado mexicano de Quintana Roo Mario Villanueva fue liberado de la prisión de la ciudad estadounidense de Lexington, donde purgó la parte final de su condena por lavado de dinero, informó su hijo.
Villanueva, de 68 años, salió poco después del mediodía y fue entregado a las autoridades migratorias, que en los próximos días lo deportarán a México, donde aún tiene pendiente una condena de más de 20 años por delitos relacionados con el narcotráfico.
“Se presentó personal de migración para hacer la entrega por parte de las autoridades del penal de mi padre”, dijo a Radio Fórmula Carlos Villanueva, diputado local de Quintana Roo.
Según explicó, la situación actual del ex gobernador es de “indocumentado” y por ello permanece detenido mientras se realiza su entrega a México, lo que puede tomar varios días o hasta un mes.
Villanueva estuvo en la cárcel hospital de Lexington, Kentucky, debido a la enfermedad pulmonar obstructora crónica que padece.
El ex gobernador fue deportado en 2010 a Estados Unidos, donde en 2013 fue condenado a una pena de 17 años de prisión por lavado de dinero de procedencia ilícita.
Villanueva estuvo seis años y siete meses encarcelado en Estados Unidos, pero un juez decidió concederle la libertad al considerar su buena conducta y los nueve años pasados en una prisión de México.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que toma previsiones para la entrega de Villanueva y recordó que en México “está pendiente una sentencia condenatoria”.
La familia y abogados de Villanueva pedirán que se autorice la prisión domiciliaria debido al delicado estado de salud del político.
Villanueva fue gobernador del turístico Quintana Roo, donde se localiza Cancún y la Riviera Maya, de 1993 a 1999. Se fugó días antes de concluir su gestión cuando era investigado por presuntos nexos con el cartel de Juárez.
Fue detenido en mayo de 2001 y recluido en un penal federal. En junio de 2007, un juez lo absolvió de todos los cargos pero, cuando salía de la prisión, fue recapturado para ser extraditado.
En paralelo, la justicia mexicana reactivó el proceso en su contra y en 2010 lo condenó a más de 20 años de prisión.
Villanueva es el funcionario mexicano de mayor nivel condenado por narcotráfico.