La empresa automotriz Ford, busca desafiar las amenazas de campaña del ahora presidente electo Donald Trump y busca trasladar su producción de autos a México.
Como candidato, el magnate estadounidense calificó a las inversiones de Ford en México como una “desgracia absoluta”.
Esta no fue la única crítica hacia la empresa. Tiempo después de que Ford anunciara una inversión por 1600 millones de dólares (mdd) en una nueva planta en el estado de San Luis Potosí, Trump dijo:“estas transacciones ridículas, que aniquilan empleos, no ocurrirán cuando sea presidente”.
Durante su campaña, el presidente electo habló de gravar a los vehículos hechos fuera de Estados Unidos.
“Deseamos trabajar con la nueva administración”, dijo el presidente de Ford, Mark Fields. “Nuestro plan es trasladar nuestro modelo Focus a México para dar lugar a dos productos atrayentes en nuestro centro de Michigan”, donde está la sede del grupo, añadió
En una rueda de prensa, Fields dijo que la tarifa de importación de 35% que Trump abogó por aplicar a los autos fabricados en México castigaría a la economía estadounidense.
Ese gravamen “sería impuesto a todo el sector automotriz y tendría un enorme impacto en la economía de Estados Unidos”
“Sigo pensando que prevalecerán las políticas correctas porque todos seguimos compartiendo el objetivo de tener una economía estadounidense saludable y pujante”, dijo.
Fields dijo ser defensor del “comercio libre y equitativo”, al ser consultado sobre las consecuencias que tendría una eventual modificación o derogación del Tratado de Libre Comercio de América Latina como ha sostenido Trump. “Veremos cómo se desarrollan las cosas”, dijo
Ese tratado agrupa desde 1994 a Estados Unidos, Canadá y México y Trump ha declarado que perjudica a su país y quiere corregirlo o derogarlo.
Sus comentarios fueron en la misma dirección de los del patrón de BMW Harald Krueger luego de la inesperada victoria de Trump en las presidenciales estadounidenses de la semana pasada.
Con información de AFP