La policía belga perdió 13 ocasiones de desenmascarar a
los autores de los atentados de París antes de que los perpetraran, según
fragmentos de un informe confidencial de la “policía de la policía”,
publicado el sábado en un diario flamenco.
Desde febrero de 2015, la policía belga poseía escuchas
telefónicas que relacionaban a personas sospechosas de terrorismo con Salah
Abdeslam, el único miembro vivo de los comandos del 13 de noviembre, según el
informe citado por el diario DeTijd.
Por falta de personal disponible, la policía no siguió los casos.
De estas 13 ocasiones, seis son debidas a la falta de
personal. La policía belga también ignoró una petición de las autoridades
españolas en relación al hermano mayor de Salah Abdeslam, Brahim Abdeslam,
después de que este estuviera en la península ibérica en marzo de 2015. Ocho
meses después, Brahim Abdeslam se hizo estallar en un café parisino. La
respuesta belga solo llegó después de los atentados.
Informaciones sobre el kamikaze Bilal Hadfi también
permanecieron sin ser analizadas durante seis meses, siempre por falta de
efectivos.
La fiscalía federal también conservó sin explotar
informaciones secretas relacionadas con ataques en Europa occidental bajo la
dirección de Abdelhamid Abaaoud.
Este informe del “Comité P”, la policía de la
policía, muestra los errores que se produjeron en la investigación belga sobre
los autores de los atentados que causaron 130 muertos el 13 de noviembre en
París.
El documento, ahora finalizado, será entregado a una
comisión especial del parlamento belga, según el diario flamenco.